(Nigromante narración) Desde hacía varios días que había emprendido mi viaje hacia el mar arábigo. Había viajado por tierra y navegado como cualquier otro evitando dejarle pistas a Jon o en el peor de los casos a Alexia. Muchos años atrás, me había Aleksanteri pedido que lo acompañara. Jon no tenía muy claro si aún recordaba cómo llegar, pero sí, sabía cómo. Había seguido la ruta del sol, es decir cuando el portal que permitía llegar a Jirel era por medio del procedimiento acostumbrado, la otra ruta era por la noche y de esa forma definitivamente nunca lo había llevado a cabo, por las noches existía la posibilidad de ser irrumpido por criaturas de la oscuridad. Sin duda, nunca me ha gustado ponerme en situaciones de peligro, es preferible para mí evitar confrontaciones sin sentido.

