Había llegado el momento por fin de tan sólo festejar. Me divertía como nunca al reír y bailar con varias alrededor de la hoguera. Realmente me sentía parte de la tribu, aceptada entre todas incluyendo a sus ancestros. Al fijar mi vista hacia lo hoguera allí estaban Jon y Nigromante. Sonreían al verme en tan alegre ambiente, estaban sentados sobre un viejo tronco al lado de Carmina, comían y conversaban con ella sin perderme de vista. Tenía la intención de ir a ellos y pedirles que danzaran con nosotras. Pero unas tomaron ventaja al no sólo pensar, fueron con Carmina y con fuertes tirones hicieron que tanto ella como mis residentes eternos se pusieran de pie. Entre risas los llevaron hasta donde un grupito y yo danzábamos. Nigromante mantuvo esa preciosa sonrisa en cuanto fue rodeado

