(Jon narración)
Fui consciente de la preocupación de Alexia al conocer mi cometido y alianza con Jirel. Me sumía en la posibilidad de acompañarla, pero cada vez que podía inquietarla algo en mí se frustraba por concederle turbación e intranquilidad. El amor que siento por ella no me obliga a tomarla como mía, aunque lo anhele. Mi entrega sería más por la razón en que ella necesitaba saberme suyo, y a ello había accedido, que a su manera se cerciorara de cuanto en mi corazón la ama y la ha amado.
Usaba uno de los pasadizos para encontrarme con Nigromante, sin embargo, una cierta inquietud se alzaba muy dentro de mí.
En mis manos de la nada apareció el libro de hechizos que Nigromante me había obsequiado y por sí mismo se había abierto de par en par. A toda prisa pasaban unas tras o
