Tierra de Lobos y de Hadas

Capítulo 2: La Aventura

Todo este sentimiento era nuevo para mí y a veces cuando estaba comiendo con la manada, animales recién capturados, me quedaba hasta con la boca abierta… recordando ese apasionado beso que Dimitri me había robado…

—Desde que te ves con ese vampiro de mierda actúas como idiota…

—Ay déjame en paz, eso a ti no te incumbe.

—Claro que si porque el futuro de nuestra nación depende de ello… Eleny nosotros como pareja real somos la mira hacia el mañana… el horizonte se ve bello, brillante y rebosante.

—¿Hasta cuando vas a seguir con eso Aznar? Contamos con el cortejo y cada caballero que se sienta capaz podrá competir por ganarse mi corazón.

—¡Diablos! Eleny es que no se trata solo de amor, corazones y arcoíris… se trata de ganarse el reino… es que no lo entiendes…

—¡Si claro que lo entiendo!!! Ya sé que es lo único que te interesa.

—Noooo Eleny no quise decir eso ¡Elenyyyy!… me fui corriendo, quería alejarme de él y de sus sermones. Cuando entre a lo denso del bosque Liliboth siempre me sentia observada… me meti al rio para lavarme y beber agua. Sentí la necesidad de nadar y me transformé para tomar forma humana… Ingresé desnuda y comencé a mover mis brazos… flotaba y me sumergía para después salir lanzando agua con mi boca… escuche atrás de mi cuando alguien se lanzó al agua, pero no logre ver a nadie… seguí agitado mis piernas y nadando para impulsarme y poder llegar a las grandes rocas… pero sentí como unas manos me tomaban de las caderas y de la profundidad salió Dimitri poniéndose frente a mí.

—Hola belleza ¿Por qué tan sola? Yo estaba desnuda y me sentia completamente avergonzada y vulnerable…

—Ho… la es que yo… yo siem…pre vengo a nadar aquí… él se iba acercando a mi más…

—Eleny la verdad me lance al agua porque eres demasiada tentación para mí, siento la necesidad de verte, de tocarte y de besarte… Yo me sonrojé mucho y quise mencionar…

—A mí también me gusta verte Dimitri… él no lo pensó dos veces y comenzó a besarme… se robaba mi aliento y me llenaba de deseo… el arrimaba su desnudes a la mía, me sentí presa de la lujuria cuando me di cuenta de que yo también anhelaba lo mismo… el roce piel con piel y sus besos… cada día los ansiaba más, pero cuando el comenzó a tocar mi cuerpo pude experimentar otro tipo de sensaciones, mi respiración se agitaba y en medio de mis piernas habían reacciones de cosquilleo.

—¿Qué es lo que me haces? Esto es raro para mi…

—Es placentero no es cierto… sientes rico aquí y el poso su mano sobre mi c*****o para apretarlo… yo me estremecí porque sentí como unas corrientes que recorrían mi espalda llegaban hasta a ese mismísimo punto. Entonces retrocedí…

—Si se siente bien, pero creo que no es correcto. Recordé aquella conversación con Suan (mi nana) que cuando se llegaba a ese tipo de intimidad con el macho era cuando se hacían pareja y es quien se convertiría en el padre de mis cachorros. Dimitri me sonrió y al parecer sabía lo que yo estaba pensando porque comenzó a darme una explicación.

—Tranquila yo nunca haría nada que tu no quisieras, aunque me muera del deseo… prometo tener paciencia.

—Lo siento es que aún no somos pareja, ademas de que no estoy lista para parir… y la verdad no sé cómo sería algo creado por nosotros dos que somos de diferentes especies.

—Pues serian híbridos sumamente fuertes, imagínate tus poderes con los míos serian realmente seres maravillosos, podríamos crear una nueva especie, acaso no hay híbridos en tu familia, observe varios hombres lobos que antes eran humanos.

—Si tenemos híbridos de lobos con humanos y lobos con hadas, siendo estos últimos los más poderosos.

—Bueno, pero enfoquémonos en nosotros si tu preocupación es quedar en cinta puedo descargar mi energía aquí… y el froto mis mamas delicadamente, pero con un tono de morbo. Lo que provocó que me sonrojara…

—Vamos Dimitri tienes que controlarte porque aún estamos en el proceso de cortejo…

—Esta bien… volveré mañana estaré cerca si me necesitas, solo tienes que decir mi nombre y yo me presentare ante ti… él se sumergió en el agua y después desapareció… minutos más tarde los rayos solares comenzaron a dar directamente en mi rostro… sabia por mi madre que los vampiros no podían asolearse ya que no estaban aprobados por el Dios del sol para salir de día… eran seres completamente nocturnos y adoradores de la Diosa de la luna igual que nosotros. Acaso Dimitri se ponía en riesgo para poder verme… lo más seguro que si porque su piel se quemaría.

—¿Han visto a mi madre?

—Si princesa, la Luna Ónix esta por allá, supervisando los nuevos nacimientos. ¿Desea que se la llame?

—No gracias, yo la buscare allá. Al llegar roce mi cabeza con la de ella y sentia la necesidad de poder sacar todos los pensamientos que tenía en mi mente, pero al mismo tiempo no quería hacerlo para que mi madre no pensara mal de mí. Peleaba con ese dilema en mi cabeza cuando ella hablo…

—Hija podrías aterrizar tu mente por favor esa indecisión tuya me desespera… no hay duda de que eres una libra completa, respira profundo, organiza tus pensamientos en tu cabeza y después comienza a decirlos uno a uno… en orden.

—Es que no quiero que pienses mal de mí.

—Mi lobita preciosa eso sería imposible... yo jamás te juzgaría, ahora dime que es lo que te atormenta. Yo comencé a explicarle como me sentia acerca de Dimitri y todas esas nuevas sensaciones que el provocaba en mí, me sentia apenada, pero era mi madre, era la persona en la que más confiaba.

—¿Alguna vez te sentiste así con Aznar? Esa fue su pregunta…

—No la verdad no madre.

—¿Quieres a Aznar?

—Claro que sí.

—Pero ¿lo amas?

—Es que no sé qué es el amor… pero ¿Por qué me preguntas por Aznar? Si yo te estoy hablando acerca de Dimitri.

—Tengo un punto ya lo veras… pero déjame explicarte acerca del amor… es un sentimiento de afecto hacia una persona a la que le deseas todo lo bueno, ADEMAS de sentir una intensa atracción emocional y hasta pasional por esa persona, tanto es así que deseas compartir la vida entera a su lado.

—No siento pasión por Aznar, si es eso lo que querías escuchar… pero al parecer me estoy enamorando de Dimitri… lo puedo creer. —Eso es así hija mía, a veces nuestro corazón escoge y nuestra mente no nos puede controlar… yo me sentí igual a ti en algún momento de mi vida. En mi momento no me dieron oportunidad a escoger, pero tu si la tienes… solo espero que tomes la decisión correcta.