El comienzo de todo.
Parte 1/2
Mi niñes mirándola desde afuera cualquiera podría decir que era perfecta. Para todos fue la niñez que cualquier padre desearía para sus hijos.
Pero aquella niñez en realidad fue el comienzo de mi alocada obsesión por poseer todo lo que se me metiera a la cabeza.
¿Saben por qué?.
Mis padres fueron los más grandes inversionistas del mundo. Digo "fueron" por que actualmente estan muertos, murieron apenas a mis ocho años.
Sí, se lo que piensan. ¡Es muy duro!, ¡creciste sin el amor de tus padres!. La verdad es que en esos ocho años de vida solo compartí con ellos tres navidades y el resto del tiempo los veía máximo dos meses por año.
Cuando estaban en casa solo compartíamos las comidas y alguna que otras salidas de compras. Hasta les llegue a pedir que fueran por mi a la escuela, pero aquello para ellos era imposible.
El ver a cada niño de mi escuela junto a su padre me causaba tristeza y siempre que ellos preguntaban por mis padres les decía que estaban trabajando. Así fue siempre, hasta que una trágica noticia llegó a mis oídos.
Mis padres murieron en un accidente de tránsito. El hecho ocurrió en el distribuidor principal de la ciudad, un camión colisionó contra ellos causando muerte instantánea. El cráneo fue destrozado y tras ellos hubieron más muertos que al igual que ellos chocaron.
Aquel hecho ocasionó el comienzo de mi alocada obsesión por poseer todo lo que imaginaba.
Aquel día de su muerte lo recuerdo como si fuera ayer...
Se acerca mi nana con cara de angustia y preocupación en el momento que me encontraba en mi habitación jugando play.
—¡Nicolas!, mi niño, ¿puedes ponerle pausa al juego?— tartamudeo con una voz sumisa y delicada—.
Puse en pausa el juego, gire mi cabeza y fije mis ojos sobre ella.
—¿Qué pasa nana?— expresé con una voz fina como cualquier niño—.
Me miro, se acercó un poco más a mi cama y se sentó.
—tengo una mala noticia mi niño— expresó con una lágrima en su ojo mientras acariciaba mi cabello—.
—¡Dime ya que sucede nana!, quiero seguir jugando— expresé inocente ante lo que sucedía.
—Nicolas, mi niño, tus padres tuvieron un accidente de tránsito, y dios se lo llevó junto a él.
—¿Murieron?— fue lo único que pregunté—.
—Sí hijo, murieron— expresó con la cara arrugada por contener lágrimas que al final se derramaron—.
Solo quite la pausa al juego y seguí jugando, haciéndome el desinteresado.
La verdad si sentí un vacío en el pecho, pero estaba aún muy pequeño y solo metí en mi mente que ellos estaban de viaje. Al fin y al cabo solo los veía uno que otros meses al año.
****
Al otro día, la noticia se difundió en el mundo y muchos reporteros rodearon la mansión en la que vivía.
Ese día sería el entierro. No tuve el privilegio de verlos por última vez debido a las condiciones despreciables en que se encontraban sus cuerpos.
Mi nana y el mayordomo fueron los que me acompañaron a su entierro. Algunos vecinos fueron al entierro, pero mi tía no pudo asistir por cuestiones de trabajo. Ese hecho me produjo un sentimiento de soledad que me hizo preguntarme ¿enserió el trabajo puede ser más importante que la muerte de un familiar?, esa pregunté nunca la logré contestar.
Y la verdad fue que no llore por ellos. Simplemente sentí aquel enorme vacío en el pecho. ¿Cómo creen ustedes qué una persona puede llorar por alguien que prácticamente no conoció?. Lo que más pase con mi madre fue en su embarazo, de resto no se molesto ni en amamantarme, así que, no crean que no tengo corazón, simplemente imagine que estaban de viaje, y con el tiempo aquello salió de mi mente.
Luego de su muerte no era el mismo niño. El abogado de la familia se encargo de contratar un administrador para hacerce cargo de cuidar el patrimonio familiar y cada una de las propiedades que ahora me pertenecían.
Mi tía por parte de padre firmo un acuerdo para que a la edad de quince años se me dejara empezar a usar el diez porciento de la herencia hasta los dieciocho que se me entregará la herencia completa.
Ese año de escuela lo perdí, pero mi nana se encargo de que iniciará de nuevo las clases.
La ama de llaves era la encargada de usar el dinero necesario, y de darme dinero a mi, obvio que todo eso bajo el cuidado del administrador y el abogado.
Ese mismo año empezó mi obsesión por poseer cosas. Al principio fueron cosas pequeñas como las pegatinas para cuaderno que salían, luego los carro de juguetes, hasta que eso comenzó a crecer convirtiéndome en lo que soy hoy.
Ahora que conocen mi historia, les cuento que actualmente tengo dieciocho años y ya mañana es el comienzo de mi último año en la preparatoria que por cierto, compré por que simplemente quería que la prepa fuera de mi posesión.
No soy de encariñarme con las personas a si que estoy ansioso de terminar todo.
Hasta el día de hoy no he tenido una chica que haya considerado mi novia. Y les contaré el ¿porqué?.
Soy el chico más popular de la prepa y pues.., solo con hablarles caen rendidas sobre mis pies, no quiero sonar muy egocéntrico pero siempre a sido así, todo lo que quiero lo obtengo. Tengo las mejores notas de toda la prepa, soy el mejor del grupo de fútbol y pues.., tengo cierto encanto que a las chicas les atrae.
¿Qué como un chico con esas cualidades puede tener las mejores notas?, pues ya les dije que lo que me propongo lo obtengo. Y respecto a las chicas, no las trato mal, de hecho, mis modales son una de las cualidades que las atrae, pero.., bueno ellas misma me buscan y yo soy hombre, ¿como decirle no a aquello?. Cada una de ellas sabían como era todo, les daba una oportunidad y si no me gustaba cortaba con la relación. Suena duro pero para ellas parecía ser suficiente.
El problema no eran ellas, el problema soy yo. ¿Qué buscó?, pues buscó a una chica que marque la diferencia, que sobresalga de las demás. No me importa si no es la más bella, quiero sentir que tengo algo que no es común, que así como se me meten mis caprichos por comprar algo único, quiero que se me meta en el cerebro y que mis neuronas trabajen solo por estar con ella, ¿si me entienden?.
Conozco a toda la prepa, no me importa la clase social que tengan los que me rodean, pero eso sí, no me junto con personas que me perjudiquen.
Por otro lado, el abogado y el administrador se encargan de cobrar las inversiones que mis padres dejaron. El dinero en el banco para mi no era un problema, por lo que me encargue de que en la prepa empezaran a dar platos de comidas gratis para aquellos que no tenían para comer.
No solo me encargaba de eso, la escuela proporcionaba becas estudiantiles para aquellos con buen desarrollo intelectual que no tenían los recursos necesarios para cursar en una escuela adecuada.
Para mi todos los años anteriores an sido iguales, pero hay algo que me dice que algo en este año cambiará.