Elio no podía creer lo que sus oídos habían captado, le habían dolido los tímpanos a consecuencia de procesar a marchas forzadas lo que su tío estaba diciendo frente a todos ¿acaso estaban pensando en destituirlo de su propia empresa? Había estado trabajando en ella durante años y la había hecho crecer gracias a su esfuerzo y dedicación. — Durante años la empresa ha seguido tu manejo sin cuestionar tus decisiones, lo cual ha sido un error fatal al poner en peligro el capital de todos los que formamos parte de ésta empresa —continuó hablando su tío Fernando — No me puedes hacer ésto —dijo Elio negando con la cabeza, sintiendo como su garganta se encendía con un ardor que se extendía hasta sus pulmones, al entender qué dirección estaba tomando la plática— no me puedes decir que mis result