WASHINGTON, DC.
—Quince puntos arriba no es demasiado padre. Debes calmarte.
Chuck Allen mantenía los ojos fijos en el periódico mientras miraba la encuesta que estaba a nada de arruinarle la mañana. No podía estar conforme con lo que estaba ocurriendo porque esos quince puntos arriba marcaría fácilmente la diferencia entre una victoria o una derrota.
—Cuando hiciste que el Washington Post subiera esa columna sobre Harrison alegaste que ese sería el fin de su carrera, no que el maldito saldría con una historia de amor y un romance de película que aumentaría su fama delante de todo Estados Unidos.
Jeffrey suspiró sintiendo un poco idiota. Cuando vio a Evan con esa mujer pensó que tenía el éxito de su padre en forma de escándalo para los demócratas pero en cambio todo se había dado l
