El día menos esperado en la vida de Luz, llego. Ella empacó sus cosas, porque no piensa agarrarle nada para que no se sobre pase con ella, lleva sus reglas bien establecidas en su mente, se repite una y otra vez que no se dejara humillar, y mucho menos manosear. —Estas lista cariño. —La verdad no padre, solo de pensar en todo esto me parece irreal, solo prométeme que nunca más vas a volver a apostar. —Buscaré ayuda, te lo prometo mi amor, no sabes lo dolido que estoy, soy un mal padre. —Lo hecho esta, de nada sirve lamentarse ahora solo hay que hacerle frente al problema. —Él envió a alguien por ti. —No tuvo ni la decencia de venir por mí, mejor, así me ahorro de verle la cara a ese vegete. Cuidaos padre, y cumple con lo que me prometiste. —Mi pequeña. —Se le ruedan dos lágrimas— So

