Nuestro Secreto

La recuperación

La doctora me dio la salida, sería con sus recomendaciones y cuidados, ella en verdad deseaba que funcionara, tendría mis chequeos periódicos.

James me sostuvo en brazos y me llevó al auto, con cuidado me depositó en el asiento, puso una manta sobre mi cuerpo, ya era de noche y la lluvia amenazaba con caer.

Por el camino iba preguntando si me encontraba bien, si algo me dolía, pero le aseguré que estaba de maravilla, la carga de medicamentos hacían efecto en mi.

Llegamos a casa, Ana tenía lista la sopa caliente, tomé una ducha bajo la vigilancia de James y me recosté en la cama. Emilia llegó acompañarme, me contó cómo fue su día y yo el mío.

-¿Ya puedes tener hijos?- preguntó la pequeña mientras cepillaba su cabello.-

-Bueno debo esperar unos días para saber si puedo hacerlo.-

-Será un bebé muy amado.-

-Como tú Emi, como te amamos a ti.- respondí

James tomó una ducha y se recostó conmigo, mientras él adelantaba trabajo, Emi y yo veíamos una película. Me parecía que esto era el plan perfecto, así se debe ver una verdadera familia.

La mañana llegó, James llevaría a Emilia al colegio y volvería para quedarse en casa, había jurado pasar unos días conmigo hasta que le sintiera bien.

Mientras salieron yo revisaba mis pendientes, algunos problemas se presentaban en el trabajo, pero algo en especial llamó mi atención.

Había una lista de correos en el spam, esos que no llegaban a mi bandeja principal, al verificarlos noté que eran de Gabriel y mi padre, en todos pedía hablar conmigo.

Con rapidez revisé mi celular y vi su número, no había nada extraño así que se me ocurrió ver la lista negra, sus números estaban allí. ¿Yo lo hice? La verdad no lo recuerdo.

Leía los correos, decían que James era un villano, que me tenía bajo su control, mi padre se atrevía a decir que no podía salir de su radar, que no tenía derecho de tomar decisiones sola. Por otro lado Gabriel hablaba de volver a intentarlo, él había descubierto que yo era el gran amor de su vida. Él estaba seguro que el bebé de Beatriz era de James así que yo debía hacerme a un lado.

Habían cientos de citaciones a comidas que jamás vi, ¿qué estaba pasando?. En qué momento elimine todo sin recordarlo. ¿Será acaso que el efecto de las pastillas que me daba la psiquiatra me seguía afectando?.

Revisé el nuevo proyecto y plan de ventas, debía organizar el lanzamiento, sé que sería en dos semanas pero quería dejarlo todo listo.

James llegó, me arrancó mi laptop, según él yo debía estar descansando, lo tuve que obedecer. Dejé todo a un lado y me metí bajo las cobijas.

-Livi ¿deseas algo?- preguntó James recostándose a mi lado.-

-Estoy bien.- respondí sujetando su mano.-

-Quiero decirte que eres una mujer muy valiente, someterte a un procedimiento como estos solo por…-

-Por que seamos una gran familia James, para tener un hijo.- Interrumpí con una sonrisa.-

-Seré un buen esposo Livi, el mejor por ti.-

-Para que eso sea cierto debes comenzar contándome todo, quiero que seas sincero conmigo.-

-Lo seré.-

-Inicia respondiendo algo.-

-Claro.-

-¿Tú tomaste mi celular?.-

-¿Qué?-

-Vi algunos mensajes en el spam, también llamadas en la lista negra ¿tú fuiste?- pregunté

James suspiró y respondió.

-Si, yo lo hice, pero sabes que es por tu tranquilidad.-

-Entiendo lo que hiciste y por qué, es solo que detesto que me sigas tratando como una tonta, alguien que no puede manejar su propia vida.-

-Perdóname Livi, juro que trato de protegerte.-

-Con mentiras no se protege a nadie James, te dije que si deseas que este matrimonio funcione, deberá basarse en la verdad.-

-No te pediré más perdón, mejor comenzaré a confiar en ti. Como verás una parte de mí aún tiene miedo de que esto no sea cierto, que un día me digas que no me quisiste y me dejes.-

-Por ahora no está en mis planes, yo en verdad te amo, estoy aquí dándote una prueba y es mi deseo de darte un hijo. Solo confía en mi.-

-Bien lo haré.- respondió y beso mi mejilla.-

10 días exactamente dure en casa, James me permitió trabajar por momentos, el todo el tiempo estuvo acompañándome, salía solo por horas por alguna reunión importante.

Durante este tiempo mi padre me llamó y escribió cada día, mencionaba que debía devolver la herencia, la cual me enteré que ya estaba lista para ser pasada a mi nombre. Yo le di la orden a mi abogado para que procediera, ahora sería la mujer más rica de este país.

Mi hermana siguió insistiendo en el embarazo, decía que era el hijo de James, pero un día todo quedó al descubierto cuando la clínica donde llevaba sus controles la dejó en evidencia. Ella inició el proceso cuando tenía un mes de embarazo, no cuadraba las fechas con lo que afirmaba, supuestamente eran tres meses desde que se encontró con James.

Aquí la pregunta era ¿quién era el padre verdadero?. James insistía que era Gabriel, ellos tenían una especie de romance, pero la verdad, de mi hermana se puede esperar lo peor.

Hoy vuelvo a la oficina, se ha especulado mucho por mi ausencia, algunos dicen que todo se debe a un choque depresivo que sufro por James y mi hermana. Otros que me estaba realizando un tratamiento estético, al final nadie sabía que fue lo que realmente me pasó.

Me puse un vestido blanco, se ajustaba a mi cuerpo muy bien, el corte simétrico le daba elegancia y glamur. Emilia me ayudaba a buscar los zapatos adecuados mientras que James nos apuraba.

Llevamos a Emi al colegio, nos dió gusto saber que iba muy bien en sus clases, era una niña inteligente pero algo temperamental, ya había tenido un problema con una compañera. Querían que la castigáramos por sus actos pero James y yo no lo hicimos. Se habían burlado de su madre y su suicidio. Nuestra Emi le dio su merecido, eso sí, delante de la directora le hicimos un llamado de atención, no debía llegar a los actos de violencia, pero en casa celebramos su osadía. El mundo está muy dañado como para permitir que nos pisoteen de esta manera.

Ella sabía que James y yo la apoyábamos incondicionalmente.

-Olivia qué alegría verte de nuevo.- mencionó Maria recibiéndome en el piso.-

-Solo fue unos días Mari, ¿cómo está todo por aquí?-

-Algo agitado, el lanzamiento está encima, todo son nervios.-

-Será un éxito, revise el proyecto y es perfecto, James se lució esta vez.-

-Eso es cierto, sin hace el lanzamiento ya hay personas inscritas para ser las primeras en comprar.- mencionó María, eso me daba algo de tranquilidad.-

Me senté a trabajar, tenía reuniones y correos que responder, pero siempre tenía un momento para enviarle mensajes a James, le aseguraba que estaba bien.

Almorcé en mi oficina, no tuve tiempo de salir, Maria tenía mis pendientes, no me dejaría mover sin terminarlos. Pero necesitaba una pausa, le mencioné que iría a ver mi esposo por un momento. Sé que estaba reunido con los directores, todos debían estar alineados para el lanzamiento.

Arreglé mi vestido y maquillaje y tomé el ascensor, por el camino revisaba mi celular, mi hermana me envió un mensaje. Una foto de su ecografía, decía que se lo mostrara a James.

Solo le respondí… “Tiene la nariz de Gabriel, que ternura”. Me envió un emoji furiosa.

Llegue al piso de James, a través de los cristales podía ver a mi esposo, él hablaba ante los directores. Mostraba una presentación, su porte frío y arrogante lo hacía ver deseable, creo que estaba haciendo un charco en el suelo, babeaba por ese hombre.

Mónica la directora de operaciones se levantó de su puesto, caminó hacia James y puso su mano ligeramente en el pecho. Yo como una espectadora ardía en enojo. ¿Se atrevió a tocarlo?.

James sostuvo su mano, yo estaba más que atenta a los movimientos de mi esposo.

La llevó hasta su puesto y la sentó, vi cómo le mostró la argolla de matrimonio, después pasó a limpiarse su traje, sé que le dijo algo por que la mujer solo bajo su cabeza y continuaron con la presentación. Me sentía victoriosa sin haber participado en la escena, James no me iba a traicionar eso estaba claro.

Entre a su oficina, preparé un té y me acerqué a la ventana, quería ver la ciudad, lo esperaría por un momento, si no regresaba volvería yo a mi oficina.

10 minutos pasaron cuando la puerta se abrió, James venía hablando con su asistente, solo escuchaba como pedía programar un par de reuniones, tan pronto me vio sonrió.

-¡Livi! ¿Llevas tiempo esperándome?- preguntó llegando a mi lado.-

-Solo unos minutos, vine a verte y saber cómo estabas.-mencioné dejando a un lado mi taza, James comenzó acariciar mi rostro.-

-Debo decirte algo.- mencionó

-Claro.-

-Voy a despedir a Mónica.-

-¿La directora?- pregunté fingiendo inocencia.-

-Si, sé que la compañía nos pertenece por mitad así que tu decisión es importante.-

-¿Cuál es el motivo?-

-Bueno, ella se propasó conmigo.-

-Explícate.-

-Fingió que tenía una mancha en mi traje para tocarme delante de todos.-

-¿Por eso la despides?- pregunté pasando mi mano por su cuello.-

-¡Por supuesto! No voy a permitir que alguien que no seas tú me toque, menos una mujer que tiene hambre de poder. Así que te informo que la despediré.-

-Bien hazlo, supongo que si me ves en la misma situación con un hombre me pedirás que lo despida. ¿No es así?

-Livi si un hombre te toca así sea una hebra de cabello yo le rompo los dientes.- mencionó besando mis labios.-

-Entonces debería ir a buscar a Mónica y romperle el rostro ¿verdad?- mencioné

-Me encantaría ver cómo me defiendes pero no, tú debes descansar.-

Camine hacia su escritorio, lentamente comencé a bajar mis bragas, de un movimiento rápido se las lancé, James la tomó algo intrigado.

-Livi….

-James quiero que iniciemos con nuestro plan de embarazo.- mencioné subiéndome a su escritorio, dejé las piernas abiertas.-

-Cariño a penas han pasado 11 días, la doctora mencionó que debíamos esperar al menos 15.-

-¿Quieres que llame a Mónica? Quizás a ella sí podrás tocarla.- mencioné

-¡Eso no!- mencionó y comenzó a soltar su traje.-

Creo que la abstinencia me tenía con las hormonas alborotadas, deseaba a James y me sentía bien físicamente, mi cuerpo estaba sanando muy bien.

“Debía darle una recompensa a mi esposo por su acto de respeto con Mónica”.