Demente

1796 Words
El sonido obsceno retumbaba en la habitación, James era rudo, sus embestidas me sacudía por completo, un orgasmo tras otro llegaba, yo estaba sumida en el placer por completo. No fue una noche tranquila, lo hicimos sin parar, James no dejó un espacio en mi cuerpo sin besar, él repetía una y otra vez si Gabriel era mejor, la verdad no lo era, mi esposo aunque no lo crea estaba a otro nivel, -James no puedo más.- supliqué mientras me embestía contra la pared, mi pecho estaba completamente rojo ante sus mordidas.- -Aún no estoy satisfecho.- respondió y siguió, sé que iba a morir esta noche.- Al final se detuvo, justo cuando el sol amenazaba con salir, mi cuerpo ardía y dolía, no podía moverme, una sábana blanca me cubría. -El día de la boda juré ser fiel, aunque no lo creas lo hago, no existe otro hombre que toque mi cuerpo.- mencioné y cerré los ojos, creo que iba a morir.- El sonido del agua me trajo de vuelta, James estaba en la ducha mientras yo trataba de moverme, puedo notar que llevo una pijama puesta. Revise la hora y pronto sería medio día, sé que lo mejor era dormir pero debía ir a la oficina, un par de reuniones me esperaba. Me levanté de la cama, mi piernas temblaban, podía revisar mis brazos y piernas, tenían las marcas de los dedos de James. La marca que más me impactó fue la de mis muñecas, él me las había sujetado con su corbata, supongo que lo hizo muy fuerte. Entré al baño, James estaba bajo el agua, no tenía tiempo de esperar así que me quité la pijama e ingresé con el, solo vi como me dio espacio, no hubo palabras, solo un profundo silencio. Busqué un traje que me cubriera por completo, me sentía avergonzada pero no había nada que hacer. Tome mis cosas y salí, pensaba pasar desapercibida pero no fue así, lo familia estaba en el comedor. -¡Hija ven a comer!- gritó mi padre -No puedo, tengo asuntos que atender.- mencioné -Por eso es que está tan delgada, ni siquiera come.- habló mi suegra.- Yo me tomé un vaso de jugo, me despedí de todos y salí, no tenía genio para aguantarlos. -Olí nena yo te llevo.- mencionó Gabriel llegando a mi lado.- -Gracias Gabo pero tengo mi auto.- respondí -Entonces llévame tu, recuerda que hicimos un acuerdo ayer ¿acaso lo olvidas?- mencionó, el como siempre vestía impecable, su traje gris lo hacía ver encantador.- -Vamos amor, se nos hace tarde.- mencionó James, no vi de dónde salió, solo sentí como me tomó de la mano y me llevó al auto, como un caballero me abrió la puerta, me subí y después el.- Sé que iba a la oficina por el hecho de no quedarme hablar con nadie de mi familia, prefiero aguantar el dolor. Mientras andaba el auto hablé, era algo que debía decir desde hace tiempo. -Quiero que comiences a respetarme James, no voy a tolerar una insinuación de tu parte sobre mi fidelidad. Si desconfías de mí, dame el divorcio.- -Sigues con esa tontería.- -Hablo enserio, ya estoy harta de fingir James, por favor ¿dime qué estoy pagando?- pregunté -No te daré el divorcio Olivia, que te quede claro.- -¿Por qué? Explícame a qué te aferras, no me amas y jamás lo harás, déjame libre, así podrás estar con mi hermana y ser felices.- -He dicho que no te lo daré y no volveré a tener esta conversación.- mencionó Jamás me miró a los ojos, siempre lo hizo al frente, ahora se puso sus lentes oscuros y giró el rostro hacia el paisaje. La conversación había terminado, así era siempre, la verdad ya no quise discutir más, llegamos a la empresa, James se bajó, me abrió la puerta y me extendió la mano, yo la tomé y salí, aquí estábamos de nuevo fingiendo. Todo el mundo nos saludaban, nuestros asistentes informaban los pendientes, lo mismo de siempre. -Oliva el señor Jhon Sáenz te está esperando en la oficina, mencionó que ayer dejaron un tema pendiente.- -¿Jhon está aquí?- -Así es, llegó hace unos treinta minutos.- -Gracias María.- respondí, era bastante incómoda la situación en el ascensor. James y yo y los asistentes dando información.- -¿Por qué hay un Sáenz aquí?- preguntó James -Ayer estuve en la tarde con don Ernesto y sus hijos hablando de negocios, quedaron unos pendientes.- -¿Estuviste allá?- -Si, también visité a Armando y Violeta de las constructoras Felicia y Miranda, casi no me da el tiempo, me tomo hasta la noche.- mencioné y el ascensor se abrió, era mi piso.- Caminé hacia mi oficina, María me iba dando informe de los nuevos contratos, la tarde de ayer fue productiva, una vez atravesé la puerta de madera me encontré con Jhon, él estaba observando por mi ventana. -Jhon.- mencioné dejando mi bolso en el escritorio, vi cómo se giró, en su mano estaba mi pelota de cristal, la usaba como decoración.- -Olivia, disculpa mi atrevimiento.- mencionó dejando la bola de cristal, tomó mi mano y la besó.- -Dime que traes el contrato ya firmado.- -Así es aquí lo tengo, pero primero ¿quién es el?- -¿Quién es quién?- pregunté girándome, James estaba detrás de mí.- -Soy James Malloy.- -Jhon él es mi esposo.- -Un gusto, escuché mucho de usted y su familia.- mencionó Jhon extendiendo la mano, James la tomó, vi como ejerció fuerza.- -En cambio yo no escuché nada de Jhon Sáenz, pensé que los negocios era con Ernesto.- -Así es, pero mi abuelo me cedió la presidencia, ahora me encargo yo.- -¿Qué haces aquí?- -Viene a traerme el contrato firmado James.- mencioné -Podría enviar un mensajero, no debió venir.- Que ambiente más tenso, los dos hombres se veían fijamente, tenían una sonrisa arrogante. -Me gusta hacer los negocios en persona, más si es con una mujer tan…- -¿Tan que?- preguntó James.- -Interesante.- -Jhon por favor siéntate y tu James ve a tu oficina, en un momento subiré.- -Me quedaré, es mi empresa también y deseo ver qué tipo de negocios se realizan.- -James vete, nunca te has metido en mis negocios y no lo harás ahora.- mencioné decidida, James solo me observó, después a Jhon y se marchó, no sin azotar la puerta.- -Tu esposo sí que es temperamental.- -Y tu un imprudente, no sé a qué jugabas desafiando a mi esposo, solo espero que te quede de claro que yo no soy una cualquiera que se vende por unas palabras coquetas.- mencioné sentándome en mi escritorio, la verdad estaba ofendida.- -Lo siento mucho Olivia yo…- -Hablemos de negocios Jhon.- Efectivamente nos dedicamos al contrato, Jhon lo traía firmado con algunos ajustes, estaban bien para mí así que acepté, firme y se lo entregué a María, quería que procediera. -El sábado será el cumpleaños del abuelo, espero que puedas asistir, te dejaré la invitación, debo decir que el viejo insistió que te llevara.- mencionó entregándome la tarjeta, sé que cada año ese hombre tira la casa por la ventana.- -Gracias, lo pensaré.- mencioné Jhon abandonó la oficina, tuve que atender dos reuniones más, María me daba café cada cinco minutos, sentía que iba a dormirme, estaba muy agotada. Ya al caer la noche fui a la oficina de James, necesitaba su firma en unos documentos, también le informaría de la nueva inversión, quería que supiera de dónde vendría los recursos. Pero tuve que detenerme detrás de la puerta, había una conversación que llamó mi atención. -James no entiendo por qué insistes seguir con ella, se que no la amas, cada día lo repetías.- -Gabriel no deseo hablar de eso.- -¿No? Pues yo sí, me la robaste, sabías que yo la amaba y me casaría con ella, solo lo hiciste por venganza ¿acaso no sé qué envidias que papá me lo dio todo?- -No seas ridículo Gabriel, no discuto por amor.- -Eso lo sé, si fuera así le dirías a Olivia que no la amas, que la tienes solo para obtener poder, ¿acaso no crees que se tus planes?- -¿Mis planes?- -Si. Primero era comprarnos las acciones, ahora que tú y Olivia las tenías la declararías loca, pedirás el divorcio y te quedas con todo.- -¿De dónde sacas eso?- -De tu mujer, Beatriz ha revelado tu plan, solo quiero que sepas que no me quedaré tranquilo mientras lastimas a Oli.- -Beatriz no sabe lo que dice.- respondió James -Te advierto que volví por Olivia, ella será mía así como antes, tú y nadie podrá detenerme.- mencionó Gabriel, creo que ya se levantaba así que tuve que tocar la puerta y pedir ingreso, todo para que no supiera que acababa de llegar.- -¡Oli!- mencionó abriendo la puerta.- -Hola Gabo ¿qué haces aquí?- -Vine hablar con mi hermano, después iría verte, quiero que vayamos a cenar.- -Eso no será posible, nuestra madre nos espera en casa Gabriel, será una cena familiar.- mencionó James, él se acercó y me beso, fue bastante fuerte que hizo que Gabriel aclarara un poco la garganta por incomodidad.- -Nos vemos en la casa Gabo, después de la cena quiero verte en mi despacio, necesito hablar contigo.- -Por supuesto nena.- mencionó, tomó mi mano y la beso, le dio un vistazo a James y se retiró.- Yo ingresé a la oficina, dejé los documentos sobre el escritorio. -Por favor fírmalos.- mencioné -¿Qué es?- -El divorcio por supuesto.- mencioné James tomó los documentos y los lanzó a la basura. -¡James! Son unos contratos.- mencioné sacándolos de su papelera.- -Habla con la verdad entonces.- respondió, tomó los documentos y comenzó a leerlos, yo fui a servirme un trago. -¿Cómo harás para declararme demente?- mencioné -¿Qué?- -Si, me intriga saber cómo probarás que me falla la mente, ¿eso es lo que planeaste con Beatriz verdad?- -Tu hermana está loca.- -Entonces ¿dirás que viene de familia la locura?- James firmó los documentos, los puso ordenados en su archivador, vi cómo tomó su portafolio. -Nos iremos a casa Olivia.- mencionó -Respóndeme algo James.- Vi como se detuvo cerca a la puerta, giró su rostro. -¿Por qué me odias tanto James?- -No te odio Olivia.- Siguió su camino, pidió el ascensor y se detuvo a esperarme, pasaría por mi oficina y recogería mi bolso. De nuevo íbamos los dos, el auto era el cómplice de nuestros silencios que en ocasiones gritaba a toda voz. ¿Cuál es el verdadero plan de James? Será que es cierto que quiere quedarse con todo y enviarme a un manicomio. Si él me da el divorcio estoy dispuesta a darle mi herencia.
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