Dos meses atrás…
-Señor Malloy gracias por recibirme sé que…
-Ve al grano, que averiguaste.- Pregunté
El hombre vestido traje n***o traía en su poder la investigación que solicité de Olivia, me culpaba por no hacerlo antes, mi orgullo y deseo de venganza me envolvió por completo por cinco años.
-Quiero empezar diciendo que efectivamente la señora Santamaría perdió a su bebé.-
-Lo sabía, ella se encargó de asesinarlo.- mencioné tomando un poco de licor.-
-No fue así.-mencionó entregándome algunos documentos.-
-¿Qué es esto?- pregunté
-Es la orden de ingreso de la señora Santamaría al hospital.-
-¿Qué con esto?-
-Por favor lea lo que el médico escribió al atenderla.- mencionó el hombre señalando un párrafo.-
“Paciente femenina joven, ingresa al hospital con múltiples traumatismos en el cuerpo, fractura de dos costillas, labio y tabique roto, fisura en manos y rasguños. Su padre quien la interna informa que fue producto de un accidente casero, cayó por las escaleras, nuestro diagnóstico que va para investigación es que fue golpeada en repetidas ocasiones.”
-¿La golpearon?- pregunté
-Así es, ella ingresó por una fuerte golpiza que a mi manera de ver fue el padre, quien más lo ocultaría con una simple accidente.-
-El… ¿El bebé?-
-Por sus golpes a nivel abdominal, produjo un desprendimiento de su placenta, la señorita perdió al bebé.-
-No.. ¿eso no es posible?.-
-Lo es pero ahí no se termina todo.-
-¿Hay más?- pregunté
-Si, la señorita pasó dos semanas internada en el hospital, solo era visitada por su padre, después de este tiempo él pidió internarla en un psiquiátrico, según mencionaba ella no estaba bien de la cabeza después del “accidente”. La señorita fue tratada con métodos ortodoxos en ese lugar.-
-¡¿Qué mierda me dices?!- mencioné sujetándolo del saco, hoy quería asesinar al que fuera.-
-La maltrataron señor, usaron terapia de choque y otras más para torturarla o hacerla olvidar.-
No puedo creer lo que escuchaba, me habían dicho que después del aborto Olivia se fue de viaje a las Islas Canarias, todo para evitar el escándalo de lo que había hecho, estuvo alejada por seis meses.
Recuerdo cuando volvió, estaba más delgada y pálida, llegué a pensar que estuvo en otro sitio de viaje, pero ninguno me llevó a pensar que era un psiquiátrico.
-¿Tienes algo más?.- pregunté
-Si, ella ve una psiquiatra, se llama Ana María Sandoval, es pagada por el padre, ella se encarga ocultarle el recuerdo.-
-¿Cómo sabes que hace eso?-
-Bueno señor, uno tiene métodos eficaces, como lo son tener amoríos con las asistentes, ellas por amor te entregan expedientes.-
-¿Medican a Olivia?-
-Si, le recomiendo que haga algo, ese señor que dice ser su padre es alguien muy dañado.-
-Puedes irte, te pagaré el doble por tu servicio.-
-¡Gracias señor! Es un placer trabajar con usted.- mencionó el hombre, me dejó el archivo de Olivia.-
Habían fotografías de ella vestida de blanco en ese lugar extraño, su mirada perdida me hacía un hueco en el estómago.
Me casé con ella con una sola finalidad, hacerle pagar por lo que hizo, siempre le di trato Frio e indiferente, me sentía orgulloso de hacerla sentir mal, quería que llorara y sufriera.
Aún recuerdo cuando amenace a su abuelo, le pedí que exigiera que yo sería su esposo, al haber de por medio una herencia su padre aceptaría. El abuelo lo hizo todo por que descubrí que tiene fetiches extraños por jovencitas, lo extorsione diciendo que todo eso saldría a la luz, no le quedó más remedio que obligar a Olivia a casarse conmigo.
Ahora aquí sentado viendo la ciudad desde mi oficina me maldigo, hice todo mal, por mi egoísmo me acerqué a Beatriz, la peor mujer que pisó esta tierra, necesitaba estar cerca de la ingrata mujer que en una noche de pasión había quedado en embarazo.
Yo amaba a Olivia, lo hice desde el día que la vi por primera vez, una mujer de belleza sin igual, pero más que eso, inteligente y de sentimientos puros, al menos así lo creía hasta que se corrio el rumor que ella hablaba de mi, había apostado acostarse con el heredero Malloy, solo para demostrar que ella podría tener al hombre que quisiera a sus pies.
Creo que eso no era tan importante o doloroso como la noticia de que había abortado, odiaba el hecho de llevar un hijo en su vientre, aunque no revelaron quién era el padre, estaba seguro que era yo.
Orqueste todo un plan para que se uniera a mi, ella no podría ser feliz con nadie, le haría pagar por todo pero nada salió como quería.
El mismo día de la boda mi deseo de venganza cayó al suelo, solo con verla vestida de blanco ingresando a la iglesia hizo que mi corazón latiera de emoción, ella se veía pura y angelical, sonreía y el sol salía.
Nos casamos y la primera noche de bodas le hice el amor, me había jurado no tocarla pero de nuevo me mentí, yo anhelaba volver a tocar el cielo como una vez lo hice.
Pensé que podría tratarla con frialdad e indiferencia pero ella era mucho peor que yo, a veces incluso ignoraba por completo mi presencia aun cuando estuviéramos en la misma habitación.
En el sexo somos uno, nos entendemos a la perfección, ella sabe muy bien cómo volverme loco, algo que jamás había encontrado, es por eso que aún odiándola todos estos años le he guardado respeto y fidelidad, me mentí pensando que era por que nadie sería tan buena como ella, sé que la verdad es por que yo no deseaba ser tocado por nadie más.
Sé que ella no me es infiel, mis hombres de seguridad la vigilan las 24 horas, incluso cada que debe viajar ellos están atentos. Olivia no habla con nadie que no sea de trabajo, tiene una única amiga llamada Helena, supongo que es lo más íntimo que tiene.
Mi celular suena, por un momento dejó mis pensamientos y recuerdos atrás, reviso la pantalla y es mi hermano Gabriel, el ex de Olivia, el hombre que le robé el amor de su vida, “supuestamente”.
-¿Qué quieres?- preguntó contestando
-Hermano, también es un gusto hablar contigo.-
-No tengo tiempo Gabriel, di que quieres.-
-Bueno seré directo, en dos meses es la reunión anual, sabes que también es la fecha donde deba terminar tu matrimonio con Oli.-
-¿Llamaste para eso?-
-James ya todos nos cuestionamos tu lealtad, prometiste que castigarías a Olivia y la llevarías a la desgracia y no es así, cada día se ve más hermosa, mucho más de cuando yo la conocí.-
-Debo colgar.-
-¡Espera! No me digas que estás enamorado de Olivia.-
-Claro que no.-
-Bien, sabes que ella aborto a tu hijo James, no lo olvides.- mencionó
-No lo olvido, tampoco olvido que aún sigues detrás de ella, dime algo Gabriel. ¿Por qué apoyas la propuesta de destruirla?-
-Fácil, en estado vulnerable ella será mía, podré hacer lo que quiera, ya la probaste en la cama James, Olivia no tiene comparación y lo he descubierto, ninguna mujer le llega a los tobillos así que la quiero devuelta, será solo para mí.-
Colgué la llamada, cada uno de los integrantes de esta familia es más podrida que el otro, todos quieren lastimar a Olivia, cada uno con intereses propios. Lo que no entiendo es ¿por qué? Yo tengo mi propia venganza, Gabriel solo es un imbecil adicto al sexo y dinero. Beatriz dinero, pero su padre no lo sé, ¿por qué quiere ver mal a su hija?.
Dejo ml oficina, quiero salir de aquí, necesito tomar aire y organizar mis ideas, durante cinco años estuve engañado tratando mal a la única mujer que he amado por una venganza ficticia.
Pasé por la sala de ventas, quería marcharme pero no pude, allí la vi, Olivia hablaba con los vendedores, le explicaba el proyecto a detalle, su vestido blanco combinaba con su sonrisa encantadora, todos estaban encantados con lo que veía.
Ella giró su rostro, sus ojos se encontraron con los míos, fue donde descubrí que yo era el canalla más grande del mundo.
Tenía en mi vida a la mujer de mis sueños y la estaba destruyendo poco a poco, al punto que si ella sufre yo también lo haría.
Ese día me prometí buscar la verdad, necesitaba que todos aquellos que la lastimaron pagaran así yo saliera también perjudicado, el problema estaba en que Olivia inició conversaciones de divorcio, todo mi mundo se derrumbó, en mi interior pensaban buscar su perdón y consolidar el matrimonio como debía ser, no esperaba que ella quisiera separarse de mí.
“Voy contra el tiempo… la quiero recuperar, pero también sé que no soy el hombre que le conviene, ¿cómo puedo separar el corazón de la razón?”…