Luna Creciente

prologo:

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Sin más que decir, yo me despido...Que disfrutes de esta historia ❤️

Atte: Valentina M. Laborde

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Había una vez, hace muchas lunas atrás, en las frías y estériles tierras del sur Argentino, un hombre joven y fuerte, quien por amor desató la maldición.

Una noche sin estrellas, mientras la brillante luna era su única testigo, él profirió ante esta un juramento de sangre.

Durante una semana al mes, él sería su fiel y devoto servidor, las otras tres semanas él disfrutaría de los dones que la luna le concedería.

Y así fué, durante dos semanas el hombre consiguió cazar la cantidad suficiente de presas para lograr pagar la dote de la mujer que amaba, logrando así contraer nupcias con ella.

Se casaron a la tercera semana, y los problemas llegaron a la cuarta, cuando la sed de sangre se volvió casi imposible de soportar para él, quien una vez fue hombre, ahora se encontraba atrapado en la piel de un lobo.

Solo la fuerza de voluntad más grande, provista por el amor que el hombre sentía por su esposa, le impidieron asesinarla; sin embargo, otros miembros de la tribu no corrieron la misma suerte.

Temeroso de despertar sospechas entre su gente, la pareja se apartó, buscando la tranquilidad y paz que solo el bosque les lograba transmitir.

Fue cuestión de tiempo, para que descubrieran la maldición impuesta en su sangre, con el nacimiento de sus primeros hijos y la llegada de estos a la edad de trece años, durante la primera luna llena el cambio fue dolorosamente inevitable.

Aún así, estos hijos, estaban atados a seguir las órdenes de su padre, por ser el más poderoso líder de su familia, todos sus hijos se inclinaban ante sus órdenes. Sin embargo, cuando finalmente la muerte envolvió al hombre en su frío manto eterno, todo su poder quedó dividido entre sus descendientes, atado a un instinto brutal. El del deseo de sangre.

Los hermanos, que habían ansiado el poder desde muy pequeños se enfrentaron los unos a los otros en una batalla a muerte, por otra parte, los que preferían mantener una vida tranquila y en paz sin la carga de ser Alfa, optaron por inclinarse ante el hermano vencedor.

Esto se siguió repitiendo durante eones, hasta el día de hoy.

Mi nombre es Freyha Crescent, y al igual que mis dos hermanos, soy descendiente del Alfa, nuestro abuelo.

Ansío el poder de llevar la corona de mi abuelo, quiero ser la Alfa.

Y lo conseguiré a cualquier costo.