—¿Como?— dice Lisa a través del teléfono —¿De verdad estás embarazada? No puedo creerlo y ¿que harás ahora? ¿Se lo dirás a Luan? — —No, no voy a decirle nada a Luan, él no puede saber nada de esto. Voy a tenerlo y criarlo sola— respondo. —Pero sería una pena que lo hicieras sola— dice ella. —Lisa por favor no se lo cuentes a nadie— le digo. —No lo haré, te lo prometo— responde —¿Que vas a hacer ahora? —Por ahora tendré que buscar otro trabajo, y empezar a amueblar todo antes de la llegada de este pequeño guisante. —Va a ser una etapa difícil, si necesitas algo no dudes en pedírmelo. —No te preocupes Lisa, sabes que podré con todo, siempre lo hago— respondo. —Esta bien, hablaremos en unos días, cuidate— nos despedimos y cuelgo el teléfono. Cuando termino de hablar con Lisa me cambi

