POR LEONARDO -Llegás a la cena de beneficencia conmigo. Le exijo y a lo mejor soy irracional, pero es mi secretaria. -Sí, aunque Giorgio ya me habló 8 veces hoy y no le gusta nada que vaya con vos, no veo la hora de aclarar el malentendido. -¿Malentendido? -La propuesta, la sortija… -Con rechazarlo era suficiente. Estoy echando humo por mis orejas, claro que pudo haberlo rechazado, él se merecía quedar como un idiota, lo era. -No podía rechazarlo delante de tanta gente. -Sí podías. -No y lo sabés. Sin contestarle, me sirvo un whisky. -Estás tomando mucho, anoche te pasaste. -¿Te importa? -Sí, te hace mal. Sonreí y apuré el vaso. Me serví otro. Quería aplacar un dolor desconocido que tenía en mi pecho. -Basta, no sirve de nada tomar tanto, encima tenemos que salir. -No qu

