Zoé recordó todo lo sucedido, nuevamente el remordimiento de conciencia llegó a su mente y pensó en la forma que había traicionado a Alexandra. —Zoé —Leo abrió sus ojos y la miró con angustia —¿Cómo te sientes? —Un poco mejor respecto a mi salud, a nivel moral quisiera decir lo mismo, pero no puedo. Leo sabía muy bien lo que Zoé quería decir, al final él decidió no decir nada y simplemente mantenerse callado. —Muy bien —el doctor entró a la sala —ya te miras mejor, así que te puedes ir. La cuenta del hospital ya se encuentra cancelada, aquí está el recibo. Cuando Leo intentó tomar el recibo, Zoé fue más rápida y lo tomó. Ella al ver la cifra se quedó helada e incluso volvió a palidecer un poco más. —¡Ay, madre, me va a dar algo! —Ella se detuvo —. ¡No, mejor que no me dé porque la fa

