Posteriormente, Ivanno se fue hasta aquel lugar y desde lejos vio que Angelica lo ignoraba, pero no era así porque a ella le estaba empezando a agradar su presencia, si no, que era una mujer casada con un monstro y si la veía feliz con aquel sirviente tal vez, se lo podría quitar de su camino. A su vez, quería que Ivanno conservara su trabajo y que estuviera el tiempo que sea necesario con ella. Luego, ambos miraron que Jean Paul venía hacia la piscina con varios hombres y él la fue a buscar para aparentar frente aquellos aristócratas de que eran una pareja feliz. —¡Esposa mía aquí estas! ¡Te estábamos buscando y Lumiere me dijo que estabas aquí! Jean Paul la vio que estaba con la cara roja y pensó que era porque se encontraba molesta gracias a que detestaba estar con aquel sirviente, cu

