Experimentando la Lujuria

Capítulo 3: Luna

Estaba sentada frente a mi computadora y mirando el documento en blanco abierto en ella, y todo en lo que podía pensar era en la invitación que estaba haciendo un agujero en mi bolso.

Mi fiesta de cumpleaños fue maravillosa y muy divertida, pero ahora tenía 'responsabilidades'. André había cumplido su promesa de plazos, pero aún así, no podía dejar de pensar en Lush House y lo que decía River.

Ella tenía razón. Necesitaba arriesgarme y darle a este lugar la oportunidad de sorprenderme. En realidad tenía que hacer esa llamada.

¿Qué puede salir mal? Quiero decir, sí, existía la posibilidad de que encontrara algo negativo en cada uno de los partidos y muy probablemente los rechazara. Pero podría conseguir material interesante para mis futuros libros como una buena ventaja si las cosas salieran mal.

Dicen que escribas lo que sabes. Hmm, una novela romántica, de combustión lenta, de amigos a amantes, aunque podría terminar más como un libro de ficción pulp que como un best seller, pero eso estuvo bien. Sería divertido escribir y hacer una investigación práctica me daría una buena idea.

Había estado atrapado en un bloqueo de escritor durante tanto tiempo que la inspiración se sentía más fuerte de lo habitual, o tal vez fue procrastinación. De cualquier manera estaba empezando a sentirme un poco emocionado.

Un romance sería divertido, aunque probablemente yo tampoco estaría experimentando ningún romance.

La idea me hizo sonreír y sacudir la cabeza. Si mis amigos se enteraran, lo odiarían y se enfadarían.

'¡Anais, se supone que debes conocer chicos atractivos, no escribir sobre chicos de fantasía!' o 'Anais, en lugar de escribir sobre hombres, ¿por qué no sales a buscar uno?'

“Entonces tal vez una protagonista femenina", murmuré para mis adentros cuando mi teléfono volvió a sonar. Era Vera, comprobando por quinta vez si ya había llamado a Lush House.

No pude evitar poner los ojos en blanco. Sí, no había manera de que pudiera abandonarlo de cualquier manera, y ya había dado mi palabra, incluso si ALGUIEN pensara que necesitaba un poco más de estímulo para hacerlo de manera "oportuna".

Ya no sirve de nada andarse con rodeos. De todos modos, no era como si estuviera teniendo una mañana productiva. El documento en blanco frente a mí me miraba fijamente a la cara y se burlaba de mí, así que me giré en mi silla y puse el número del agente en mi teléfono.

Después del segundo timbrazo, respondió una mujer de voz encantadora y elegante.

"Buenas tardes, soy Luna".

Dudé un poco. ¿Estaba listo? ¿Debería esperar un poco más y pensar un poco más en esto?

"¿Hola?" Respondí. Me aclaré la garganta. No había forma de echarse atrás ahora, de lo contrario, la segunda llamada que mis amigos me harían sería demasiado vergonzosa. "Hola Luna, soy Anais Crawford".

"¡Señorita Crawford!" Su voz ahora se elevó dos octavas. "Sabía que recibiría tu llamada en menos de una semana".

¿Podría haber pospuesto esto por MÁS TIEMPO? Maldita sea, River.

Prácticamente podía verla riendo y sonriendo de alegría ante esta pequeña victoria suya desde el otro lado de la ciudad.

El hecho de que Luna supusiera que iba a llamar en tan poco tiempo me puso a la defensiva y aunque ella no podía verme, me aseguré de que pudiera escucharlo en mi tono.

"Veo. ¿Y qué más has supuesto de mí?

Ella tartamudeó. ¿Me toqué un nervio?

“Por favor, no me malinterprete, señorita Crawford. Soy un gran admirador de tu trabajo e investigué un poco sobre ti cuando Miss River se puso en contacto conmigo. Sabía que ibas a llamar porque tienes curiosidad sobre esto y probablemente estás más interesado en investigar para un libro futuro que en tener citas".

Me quedé desconcertado y atónito. Esta mujer realmente hizo su tarea y ahora sentí que debería disculparme con ella. O tal vez debería hacerme el tonto, pero admito que no fui muy bueno en el último.

"Entiendo, Luna", comencé, tomando el terreno neutral. “Y me impresiona el hecho de que se tome en serio su trabajo. Estoy interesado en esta experiencia por muchas razones, y la experiencia personal de River me convenció de al menos probar Lush House".

Allá. ¿Bastante vago, creo?

Escuché algunos movimientos y un cajón que se abría antes de que Luna volviera a hablar. "Maravilloso", comenzó ella, su voz finalmente se calmó. "Por favor, dime cuándo puedes visitar la casa para que pueda explicarte todo sobre cómo funciona Lush House y así podamos delimitar tus intereses en el sexo opuesto".

"Estaré allí en una hora, si eso te funciona, Luna", dije sin ningún veneno en mi voz esta vez. Realmente necesitaba aprender a controlar mi temperamento, o al menos darle a la gente el beneficio de la duda.

Es sólo que hacerlo no me había funcionado tan bien la última vez.

"¡¿Dentro de una hora?! Puedo…" Su voz se apagó y escuché un teclado sufriendo por la fuerza contra las teclas. "Sí, definitivamente puedo verte en una hora".

"Te veré luego. ¡Adiós por ahora!" Dije alegremente antes de colgar el teléfono.

Negué con la cabeza, sintiendo que ya había hecho pasar demasiado a esa mujer sin siquiera conocerla.

Guardé el archivo muy vacío en mi computadora, lo apagué y me dirigí a mi armario para encontrar algo decente que ponerme. Era una tarea que no era tan fácil de lograr, considerando que la mayor parte de lo que usaba eran trajes cómodos y suaves, de casa de familia. Trabajé desde casa; ¿Qué más me gustaría ponerme?

De los cuatro estantes de mi armario, sólo uno contenía trajes, vestidos y ropa elegante para salir. Traté de apresurarme y armé una falda lápiz roja con una blusa blanca que fue un regalo de Karena, esperando lucir algo presentable. Lo combiné con un bolso rojo y tacones negros, y ya me estaba arrepintiendo de haberlo usado para ver al agente en lugar de uno de mis futuros partidos.

Mírame, ya estoy pensando en mis partidos.

Con mi auto en la tienda, tuve que tomar un Uber, que me dejó frente a un edificio muy elegante. Me decepcionó un poco que Lush House fuera solo un nombre y no una casa real. Por alguna razón, pensé que sería algo así como una residencia del casco antiguo o una de esas grandiosas mansiones.

Entré y entré en el ascensor, todavía pensando en qué podría preguntarle al agente, pero realmente no tenía mucho de qué hablar.

Cuando se abrieron las puertas, un joven de traje me saludó con una sonrisa. "Buenas tardes, señorita Crawford, sígame".

El hecho de que él supiera quién era yo me hizo sentir bastante en aprietos, pero rápidamente lo olvidé mientras echaba un vistazo a mi entorno. Todo el piso estaba revestido de terciopelo n***o con detalles dorados y diferentes tipos de muebles de roble oscuro y cuadros sobrios estaban esparcidos por la habitación. Estaba asombrado.

Había sensación de espacio y estaba muy bien aprovechado, con buena distancia entre una oficina y otra. Yo también estaba absolutamente enamorado de la decoración y quería mudarme. El diseño interior estaba fuera de serie y necesitaba el número de la persona que lo hizo.

Luché por seguir el ritmo del hombre que me guiaba mientras observaba la atmósfera completa creada para sus instalaciones. Tenía oficinas muy espaciosas y había mucha privacidad entre ellas, y cada una tenía una zona de espera especial con sus propias mamparas de privacidad.

Discreto y profesional: nadie podría imaginar que se trataba de una empresa especializada en buscar pareja.

El hombre se detuvo de repente y casi choqué contra él. Parecía divertido mientras me miraba.

“Señorita Crawford, por favor tome asiento. Luna estará contigo en breve".

Asentí y seguí su dirección mientras él se giraba y salía de la habitación.

Solo me senté por unos segundos cuando la puerta frente a mí se abrió y entró una mujer alta. Tenía una sonrisa muy contagiosa y honesta y ya me sentía cómoda.

"Señorita Crawford", comenzó. “Es maravilloso conocerte finalmente. ¡Mi nombre es Luna, como sabes, y honestamente creo que es un placer poder trabajar contigo!

Ella extendió su mano y yo la estreché mientras me levantaba para saludarla y devolverle la sonrisa.

Tal vez ésta no fuera una experiencia tan mala después de todo.