CAPITULO 1. ACOSADA EN EL CINE

1280 Words
El cine esta casi vacío... Por lo que tengo más espacio en las butacas para poder poner todo mi desorden de palomitas, nachos, refrescos, hot dogs y demás golosinas que ordené previamente en la dulcería. Como tengo tanto espacio puedo poner incluso mis pies encima de la butaca vacía frente a mi. Mi enorme gabardina negra descansa en otra butaca vacía. En la pantalla del cine los gritos de la mujer en escena me encantan. Sonrío metiéndome un puñado de palomitas de caramelo. Tengo también a mi disposición palomitas de chile, saladas y unas con extra queso. Los cuatro chicos del cine me miraron curioso entre extrañados y divertidos cuando les pedí ayuda para llevar todo mi cargamento de comida chatarra a la sala. La película continua y yo mastico mecánicamente. Sorbo ruidosamente del popote de mi bebida gaseosa de manzana. Claro! También tengo a mi disposición, gaseosas de naranja, de coca, de toronja y de fresa. Todas ellas con hielo y sin hielo. Que puedo decir? Me encanta la comida chatarra! El vampiro de la película a blanco y n***o es tan distante, tan aristocrático, tan de los 1920. Es el primer Drácula del cine contemporáneo. Ese estereotipo se ha repetido mucho a lo largo de los diversos filmes. Y debo decir que me parece el más apropiado y cercano a la realidad. Aunque no olvidemos el de Bram Stoker. Ese si fue un Drácula genial! Un puñado de palomitas sale de mi boca cuando me río porque esta escena es graciosisima, aunque ya la haya visto mas de 20 veces. Las otras 10 personas que están conmigo en esta función de medianoche en el cine son algunas parejas. Un tipo que me miró raro cuando entré con mi cargamento de frituras y dulces a la sala... Y alguien muy especial. No me preocupa el hombre que está sentado unas butacas debajo de mi. Sabe que lo he visto. Sabe que lo estoy vigilando detenidamente. Contra todo pronóstico de los chicos del cine, casi estoy por terminar con todo mi festín de comida chatarra. Me terminó el último de mis refrescos y amontono toda la basura en una sola butaca. Cuando termino mi tarea enfoco mi mirada en la pantalla. Es entonces que el tipo de la gabardina negra hace su movimiento. Silenciosa y casi imperceptiblemente se mueve... Se desliza hacia el pasillo para subir las escaleras hasta donde estoy yo. Los ojos de Nosferatu me cautivan, sus ojos son simplemente alucinantes. Que buen maquillaje! Que buenos efectos para ser una película que tiene más de 100 años. Esa intensidad con la que mira Nosferatu te traspasa el alma y llega hasta confines tuyos que ni sospechabas que tenías. La sombra se mueve sigilosamente pegada a la pared del cine oscuro. Parece que nadie más en esta función se da cuenta de que se acerca a mi amenazante el hombre con la gabardina negra. Se sienta a unas butacas de mi sin emitir ningún ruido. Lo miro de reojo y me muero de risa por dentro. Estiro mis brazos y piernas en la butaca porque esta no es una de mis partes favoritas del filme. La sombra recorre otros asientos hasta que está casi de mi lado. La película esta casi por acabar. Mi reloj se enciende cuando lo toco y puedo observar que son casi las 2 de la madrugada La sombra del hombre con esos ojos rojo intensos me miran fijamente con verdadero odio. Como se que no hay escapatoria, es buen momento para enfrentarlo. "Pense que jamás te acercarías a mi querido." Susurró levemente. "Eres una desgracia Lilith... "No puedo creer que te comieras todas esas asquerosidades." Erupto en su cara porque quiero. Y por que me gusta molestar a este hombre tan correcto. El hombre se aparta de mi unos asientos con repugnancia limpiándose la cara con su pañuelo. "Ay vamos mi amor, no seas tan correcto!" "Sabes que siempre tuve debilidad por los confites." Exclamó divertida por su reacción. "Una cosa son los confites de antes Lilith, los confites exquisitos de antaño." "Otra muy diferente son las porquerías que ahora se venden en los cinemas." "Antes, los cinemas tenian más categoría." Declara enérgico el hombre. "Las palomitas son lo más delicioso e indispensable cuando vas al cine y lo sabes corazón." Extiendo mi mano para poder tocarle su mano, pero el hombre evita mi toque alejandose dos asientos mas de mi. "No me toques con tus sucias manos llenas de esa grasa y porquería." "Relájate ya cielo!" "Ya casi termina la película y me lavaré las manos, contento?" Mi amigo bufa enfadado. Viggo no quiere ni puede entenderme y creo que jamás lo ha hecho antes. Pero sabes que? no me importa. Con que yo entienda el mundo por los dos es suficiente. Cuando termina la película soy la única que aplaude de pie y silba ante esa obra maestra de arte. Una pieza de culto entre el género de los vampiros. Esta si es una buena película de vampiros no como las cosas cursis y estúpidas de crepúsculo. Puaj! esas películas si me hicieron gritar y vomitar de lo horribles que son. No me importa lo que los demás piensen. Mi opinión nunca cambiará. Las luces se encienden por completo y contemplo mi chiquero en los asientos. Bueno... si, parece que alimenté a un regimiento de niños hambrientos. No parece que me comí todo eso yo sola. Observo el lento caminar, como derrotado de los chicos del cine cuando suben para recoger toda mi basura. Por lo que me doy prisa por compactar todos los contenedores de cartón. Cuando terminan de subir los chicos, Viggo ya no esta a mi lado. Él está esperando abajo por mi con mi gabardina en su mano. Los chicos no pueden creer que recogí todo tan rápido y que está tan bien compactada la basura. "Lily cariño, no sabíamos que eras tan rápida y buena en esto." Comenta asombrado Peter, el gerente de turno nocturno. "Te dije que debías contratarme...am... ah si, Peter!" "Bueno Peter ahora ya sabes lo que perdiste." Digo fingiendo leer el nombre en su placa de su camisa. "Nos veremos el próximo lunes chicos!" Caminó hacia el pasillo para bajar las escaleras con un poco de molestia estomacal. Es bueno que no se note nada en mi figura. "Oye Lily!" "El próximo lunes pasaremos Drácula de Bram stoker, la versión de Keanu Reeves!" Grita Peter desde lo alto de las escaleras. "Puedes apostar que estare aquí para verlo también Peter!" Me despido de los chicos que se apresuran a dejar limpios los demás asientos. Viggo esta recargado en la pared de la salida del cine y tiene una cara de pocos amigos. Esa es la cara que más amo ver en él. Lo tomo del brazo y alegremente lo jalo para que me acompañe al baño para que me lave las manos. "Lilith suéltame con un maldito demonio!" "Todavía tienes esas sucias y pegajosas manos." Para que se enoje más, me limpio un poco en su gabardina y Viggo se aparta rápidamente de mi con asco mientras yo me muero de risa. Entro al baño y me lavo las manos mientras observo mi reflejo en el espejo del baño. Sigue funcionando esta magia, el espejo puede "verme." Sonrió porque esta apariencia de señora de mediana edad me encanta. Chongo muy estilo señora junto con ropa negra grande y abultada. Botas de plataforma negras y no estoy usando nada de maquillaje ni joyería. Me lanzo un beso y un guiño al espejo embrujado y salgo para poder llevarme a mi ogro personal a casa. ***By Liliana Situ** Editora Tete Antonio*** Valoramos mucho tu opinión.
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