Había pasado ya una semana en la que no había vuelto a hablar con Jane, si tenía que ser totalmente sincero, la extrañaba, a pesar de todas las cosas Jane resultaba ser una compañía totalmente agradable, todo estaba listo, solo faltaba Jane. Me senté en una banca a esperar, mientras tanto pensaba en todo lo que había pasado ese día; Primero volvía a sentir ese raro sentimiento con Jane, eso me había asustado, me había asustado sentirme tan vulnerable al lado de ella, segundo me había sentido tan cómodo a Jane que había olvidado a mi novia, la cual me mando un mensaje, lo que me hizo traer mis pies a la realidad. Había sido un golpe duro, se supone que no debería ser tan tierno, ni tan dulce y mucho menos tan especial con Jane, ella no era mi verdadera novia solamente era una apuesta. M