Después de haberse despedido de la señora Gloria todos se miraron entre sí y decidieron tomar un respiro quedándose todos en silencio, lo cuál fue muy buena idea porque los niños se durmieron y aunque a pesar de que se habían levantado tarde sus energías seguían estando bajas, tampoco es que fuera mala idea pues Miguel y su querida esposa necesitaban un momento de descanso, su cerebro realmente palpitaban cada vez que sus pequeños niños hablaba o gritaban. El momento en el que ellos podían hablar sobre sus cosas sin caer en polémica o peleas que desataron la incomodidad como familia pero si tocan ciertos puntos como la economía o las cosas que habrían que compra para un futuro con cuestión de estar mejor y más cómodos. De un tiempo para acá no había suficiente dinero había gastado Miguel