Ya era hora de levantarse y momento de ver un nuevo mundo pero para ser franca Angela no quería levantarse, no quería levantarse y mucho menos llevar a los niños a la escuela podría decir que estaba cansada y no quería ser la típica madre que se ocupa de sus hijos. ¡Decidido! Por hoy no irían a la escuela, el señor Miguel la vio extrañado y sin darle mucha mucha importancia decidio dejarla hacer sus deberes. A lo mejor y pensaba que algo debía hacer cosa que debía de ser conciente y hacerle caso ya que ella es la que lleva las riendas con sus hijos y la que debe de decir todo en ese lugar en cuanto a necesitar algo.
Su esposo quien era muy consiente de todo quiso ser sutil y darle un espacio, fue hasta donde ella y susurrándole en el oído le dijo:
—descansa y no despiertes a los niños— s
