La despedida

1615 Words
Después de haber pasado una velada hermosa y en familia decidieron por sin irse a la cama ya que mañana había una mudanza que realizar y se veía bastante pesado puesto que todas las pertenencias tenían que irse de un lado para el otro pero no antes sin despedirse de sólo una persona en aquel lugar. Una linda viejita qué pasaba cada día a la casa de ellos llevándole frutas para los niños y alguno que otro platillo para que compartían en familia aunque siempre decía que no era demasiado pero la verdad es que la intención contaba mucho puesto que era muy agotador hacerse cargo de una casa para una señora y aparte de eso cuidar de sus hijos. «¿Quién dijo que el trabajo de madre era fácil?» Le preguntó la señora más de una vez a la esposa de Miguel y siempre dándole una gran sonrisa, por supuesto evitando siempre que no se le cayera la plancha de la boca ya que podría pasar una gran pena con ese espectáculo. Pero fuera de eso todo era común y aquella señora era casi parte de la familia, le dolía dejarla atrás sabiendo que su esposo había muerto hace mucho tiempo y que lo único que la mantenía viva era que compartía con ellos en su mente sus hijos eran sus nietos, la esposa de Miguel, su querida hija y por supuesto Miguel, su nuero. Fueron hasta la casa de aquella señora quién tenía como nombre Gloria, sus cabellos eran rizados y blancos como la nieve, sus ojos ya estaban empezando a teñirse de blanco por las cataratas pero aun así seguía viendo los paisajes del mundo que le parecían tan bellos, sus dientes ya se habían marchitado hace mucho tiempo y su piel se había arrugado como las uvas pasas pero siempre manteniendo aquel dulzor que la caracterizaba tanto. La señora con varias lágrimas en sus ojos despedidos de los pequeños y por último dejo a los dos enamorados para poder hablar tranquilamente un rato mientras los niños jugaban. La maleta ya estaban en el camión y los niños en el patio entonces cuando la señora Gloria le preguntó a Miguel si ella podía ir a su casa de vez en cuando para visitar a los niños y a su mujer ya que para ella era una costumbre ir entretenerse con ellos e inclusive hasta con él mismo por lo tanto los consideraba su familia ya que no tenía una a la cual dirigirse. El señor Miguel aceptó y con mucho cariño le dio un abrazo, cuando apenas tenía 5 años perdió a su madre y su padre jamás estuvo con él cuando lo necesitó. Así que con gusto le dijo que si a su madre no biológica y aunque estuviesen con él y vivos aun así le daría ese espacio en su corazón a aquella señora que les brindo solo amor. Aquella señora muy llena de alegría lo volvió a abrazar a ambos y les deseo que todo su camino estuviese lleno de esperanza y de bendiciones, que fueron tantas hasta que no pudieran ver el horizonte pues serían muy bendecidos por cada acción que hicieran. Y fue entonces cuando después de despedirse de la señora Gloria decidieron retirarse a casa y no a su antiguo edificio sino a la nueva casa enorme que su jefe había conseguido para ellos. Fue entonces cuando decidieron retirarse e ir comiendo camino hasta llegar a su destino, en el transcurso duraron muchas horas sentados y aunque se distraían hablando se dieron de cuenta que las horas del camino eran muy largas y estaban muy agotados, ya era muy tarde así como sus hijos también se sentían fastidiados por la incomodidad del auto. Deseaban a gritos poder descansar y parar por lo menos o aunque sea un minuto, el señor al verlos tan agotados y fastidiado decidió parar en un pequeño hotel que estaba un poco más adelante, no estaba tan mal y después de todo había un pequeño restaurante en el que pudiesen comer algo delicioso para así luego alojarse dentro del hotel y continuar mañana su viaje, pues de largas horas de camino era bueno un merecido descanso y él no lo tenía muy seguido desde que había empezado a trabajar con su jefe. Las horas de trabajo se extendían y cada vez era más tedioso mantener su posición ya que aunque su jefe le caería de maravilla el trabajo que correspondía a sus deberes era bastante difícil pero como bien le enseñó la misma señora Gloria nada es imposible. Una vez estacionar el auto en el pequeño hotel decidieron anotarse para poder escoger sus habitaciones y aunque solamente fue Miguel, porque su familia lo primero que vio fue el restaurante, siguió su camino felizmente contar y ellos pudiesen descansar él podía hacer lo que fuera. Al llegar la recepcionista le pidió su nombre, identificación y cuántas habitaciones deseaba. El muy feliz y sonriente le respondió su nombre, entregó su identificación y pidió una habitación familiar para la estadía de sus hijos y su esposo junto con él. A lo que la chica recepcionista dio una gran sonrisa para luego hacer su registro correctamente e indicarle la habitación en la que se quedarían, aquella chica siempre fue de estar demasiado con su familia y por lo mismo agradecida con las personas que eran capaces de ir con sus familias a hoteles y no con sus amantes ya que de esa sabían muy pocas personas, esta las premio dándoles la mejor habitación que no solamente era una belleza para sus hijos sino también para su esposa y el amable caballero que no le daba vergüenza viajar con su familia, así como una pequeña rebaja de gran cantidad que le diera el suficiente espacio para compartir con ellos teniendo una agradable cena a la luz de las velas e invitarle amablemente a dirigirse a la piscina en la cual el pase para este tipo de cliente será totalmente gratis. El señor Miguel agradecido con aquella señorita le dio una gran sonrisa y dejó una pequeña propina por sus servicios que aunque no era demasiado la chica lo aceptó muy amablemente puesto que estos estos es como un significado de buena suerte en tu trabajo después de todo no es normal que alguien qué trabaja en un hotel haga algo tan importante por ti y tu familia. Muchas de la persona que trabajan en un hotel son gente por decirlo de un modo diferente... Humilde. Ellos saben a la perfección el significado de familia y saben que lo de ellos trabajan lo suficientemente duro cada día para poder darle lo mejor no sólo a sus hijos sino también a sus seres queridos en general, es total tenía algo en específico y era que el dueño fue parte de una familia muy humilde lo cual le permitió pensar como alguien humilde qué sabe todo lo que se friega una persona para poder llevar a su familia a un sitio tan lujoso como éste. Es por eso que el dueño del hotel tenía una pequeña regla. La cual consistía en darle una habitación de lujo para que ellas personas que iban justamente con su familia y parecieran de bajos recursos haciendo así que de este modo provocar una sonrisa en ellos y hacerlo felices durante unos pocos minutos para luego hacerlos felices durante toda la noche y parte del día siguiente ya que esta promoción se extendía casi a todo un día y este era suficiente para que aquellas personas se sintieran cómodas... Era algo que entendía pues era vivido mucho tiempo con su madre ya que su padre había fallecido pero la mayoría de los integrantes en su familia de las mujeres y por lo tanto el trabajo en ellas era mucho más fuerte de lo que lo era para un hombre, esto le hacía saber que la madre siempre busca lo mejor para su hijo y muy pocas veces el padre también pero cuando esto sucede en una familia vale la pena dar el pequeño paquete qué no viene de todos modos demasiado seguido puesto que la mayoría de las familias son muy ingratas y superficiales. La señorita para ese momento habría pedido al señor Miguel que le diera unos minutos pues necesitaba llamada su querido jefe para preguntarle algo muy importante, este simplemente sonrió y asintió con la cabeza para luego dejarla dirigirse hacia el teléfono qué tomó con mucha calma y tranquilidad para preguntarle sobre aquel pequeño paquete que sólo se le daba a los dignos de corazón. Él es un poco impresionado por el hecho de que un en día existe una familia así de humilde capaz de poder llevarse a que el premio que ninguna otra había podido durante mucho tiempo atrás... Casi ya no recordaba cuál había sido la última familia que se había llevado el puesto pero si recordaba perfectamente los pequeños niños que le sonreían cuando le entregaban un dulce económico el cuál sería el mejor aperitivo que jamás hubiese probado. Pues obvio no se refería al costo del caramelo si no al amor con el que se lo habían dado aquellos niños, la recepcionista muy encantada le comentó al jefe lo que estaba sucediendo y que aquellos niños parecían ser como aquellos pequeños que le entregaron ese caramelo lo cual decía o hablaba mucho de la educación que sus padres le habían dado. El jefe encantado por la noticia decidió darles no sólo la habitación y el paquete, sino también rebajar todos los costos de las cosas que los niños comieran al igual que sus padres, haciendo este paquete la mejor maravilla antes de irse aquel infierno.
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