Barcelot y Freya lograron escapar con el huevo, aún que el sentimiento de nostalgia comenzó a crecer en sus corazones debían continuar.
— Bien pequeña aún faltan una de hora para llegar al siguiente punto de extracción ¿ Quieres dormir un poco?
Freya quién había clavado su vista en el panorama lluvioso y de amplios paramos lluviosos. A dónde fijará su vista sólo encontraba pasto verde, árboles, charcos y una ligera capa de niebla.
— Podría ser bueno, pero temo que la preocupación en mi corazón no me dejara hacerlo.
Llevaba casi toda la noche y parte de la madrugada rebotando, saltando y cambiando de un carruaje a otro lo cual aunado a la despedida y palabras del maestro Wu hacían que no pudiera dormir, por lo cual sus ojeras comenzaron a aparecer.
— Deberías intentar mi niña
Freya volteo a ver a su maestro con el rostro frío y lleno de desden
— Aún que lo intentará, me temo que el tiempo es demasiado corto al intento.
Regreso su vista al panorama de afuera, dejando que la tristeza y la desolación del habiente se metiera de poco a poco en ella apretando su corazón y causándole un pesar. Barcelot la observó más a detenimiento fue cuando noto que la pequeña de once años juguetona comenzaba a cambiar y esta nueva persona que comenzaba a aflorar se estaba llenando de oscuridad