Capitulo 2

1479 Words
Rachele Nunca me lo había pasado tan bien, ni siquiera cuando no tenía un compromiso. Ahora estoy un poco... No, estoy muy ebria, espero recordar algo mañana o si no ahí estarán mis amigos para recordármelo. Este chico Alexander baila muy bien además de que es sexy, alto Moreno de ojos verdes, fuertes músculos, ¡vamos! todo un manjar. - ¿me regalas tu número? -¿de donde salió eso Rache? - claro - lo guarda en mi celular cuando se lo entrego y seguimos moviéndonos al ritmo de la música. Cuando acaba vuelvo a la mesa con las chicos pedimos mas chupitos, aunque debería parar, estoy sedienta. - oye ese hombre es un bombón - habla Ellie - sí. Deberías meterlo en tu cama - Pablo mi amigo gay, me da la caña - duermo con el ogro ¿lo olvidan? -estamos hablando de irte a un hotel con él Rache. Mira, primero no ha dejado de mirarte, segundo solo necesitas cuidarte y tercero, no puedes pasarte la vida esperando por el señor millones. No ha sabido ver lo que realmente eres y se la pasa ignorándote, una tiene sus necesidades niña - Katherin tiene razón. Si no podré divorciarme en unos cuantos años al menos quiero a alguien que me haga mantenimiento. ¡Hola! ¿eres virgen, lo olvidas? Reprende mi subconsciente. Maldición si, es lo único que los chicos no saben de mi. Siempre he esperado el hombre indicado, el que se merezca regalarle mi virtud, que aprecie ese regalo. Ellas dirían que eso ya no se usa pero eso le saque a mi madre, la tradición de llegar virgen al matrimonio y ya llevo un año y sigo casta, a veces me pregunto si algún día conoceré a mi príncipe aunque creí que Bruce lo sería pero no fue así. luego recuerdo que esta es mi triste realidad y se me pasa. Así será quién sabe hasta que él decida terminar el trato. Seguimos disfrutando de la noche y creo que ya he bebido suficiente pues estoy muy mareada y casi no veo nada. Voy al baño y al salir alguien que no logro ver muy bien su rostro me invita a bailar, el último y me voy a casa. Bruce Me encuentro con mi hermano en la entrada del bar y me dice que siempre tiene mesa reservada. Una linda camarera se nos acerca y pedimos unos tragos, nos enfrascamos en una conversación de trabajo y de las mujeres que tuvo estas semanas, es un gigolo sin remedio, hasta que saca el tema de Rachele, la misma que me dejó con una erección como roca hace un rato. - ¿como van las cosas con tu esposa? - no se que decir solo me enojo de hombros. - siguen sin hablar. - de hecho... Ahora tuvimos un pequeño roce - ¿que quieres decir con roce? eso ya no existe Bruce. ¿Al fin tuvieron sexo? - él sabe todo también de este arreglo sin sentido y de cómo han sido las cosas desde el primer día. - no, claro que no. Pero la vi en su ropa interior y ¡maldita sea Jake! Ella es sexy, logro removerme todo por dentro y mira que soy difícil de impresionar. - te gustó hermano. -me gusta su cuerpo, no lo se, ella es tan caliente y... Eso no tenía porque decírtelo - bueno entonces, lo que necesitas es meter tu polla en ella para quitarte las ganas, solo una vez y ya está. - tal vez tenga razón pero no quisiera hacerle eso a ella sabiendo que vivimos bajo el mismo techo y compartimos el lecho, tirármela y después botarla... no podría ni mirarla a la cara luego. El se queda mirando a la pista y abre su boca - hermano ¿que esa de ahí no es tu esposa? - miro a dónde me señala y ¡joder! No puedo creer lo que veo. Rachele, MI MUJER bailando con un idiota, moviendo su delicioso culo contra la bragueta de aquel fulano, y siento que me pongo rojo de ira. Jake me detiene cuando ve que me pongo de pie para ir hacia ellos. - no espera. - la música para y ella va a una mesa donde veo a Katherin junto a Pablo y Ellie - no está con ningún hombre al menos. ¿Katherin? -sí - esa mujer está buenísima - pongo los ojos en blanco, así le gustan a mí hermano, ella es rubia, alta y tiene buenas tetas pero soy más del tipo como Rache, tal vez porque todas mis amantes eran así . - creo que deberíamos ir a saludar. - ve tu pero no me menciones - Rache se levanta y va a lo que creo que es el baño - iré tras ella. Luego ustedes se van y yo me llevaré a mi esposa - sonríe de lado y se lo que piensa porque es exactamente lo que haré. - de acuerdo. El se va por su lado y yo sigo a Rachele al baño a esperar que salga. Se tropieza conmigo y rápidamente la invito a bailar y ella acepta, está ebria y no me reconoce ya que esta algo oscuro el local, pero aún puede sostenerse por si misma. Comenzamos a bailar al ritmo de Rihanna, y ella hace lo mismo que con el tipo anterior y logra ponerme cachondo de nuevo, desde su posición pasa sus manos por mi cabello despeinándolo más si se puede. Y luego las baja para acariciar la protuberancia de mi pantalón haciéndome soltar un gruñido y sintiendo una corriente por mi espalda. Nunca había sentido tal cosa, si estuviera haciéndole esto mismo a otro hombre me hubiera cabreado mucho pero aquí estoy yo, y ella manejándome a su antojo. Es una suerte que sus amigas estén muy entretenidas con mi hermano y otros dos tipos, por lo que podré llevármela sin problemas. - ¿quieres salir de aquí? - le susurro y ella asiente con un jadeo. Esta excitada. - tengo... Tengo que avisarle a mis amigos. - mi hermano les avisará o mándales un mensaje -no espera, tengo que ir por mi bolso - es desesperante - esta bien. Te espero en la entrada -me da una sonrisa y se dirige a su mesa. Mi hermano no deja que ella vea su cara, inteligente, aunque no tanto por su amiga Katy - ¿a donde iremos? - pregunta apenas sale - a mi hotel - bueno, ahora tendré que improvisar. Nos subimos a mi coche y en el trayecto ambos vamos callados y ella está tan ebria que no ha notado que es su marido con quién se va. - para aquí. - ¿que? - lo siento... no puedo hacer esto - ¡carajo! Estamos a media cuadra del Escala - se que dirás qué soy una calienta huevos pero Simplemente no puedo - no me mira, solo tiene sus ojos cerrados y habla medio enredado por la borrachera. - ¿porque? - porque estoy casada. - dice lo que muy en el fondo quería escuchar - Y a pesar de que es un imbécil que ni siquiera me dirige la palabra, que no existo para él amenos que sea un buen negocio, no soy infiel. Suspiro derrotado. No puedo hacer esto, no a ella. ¿Eso piensa ella de mi? - lo lamento, de verdad. - no te preocupes. ¿seguro estás bien? - sí, por favor. ¿Me acercas a mi casa? Estamos cerca de aquí - claro - así de ebria esta que no se ha percatado que soy yo, su marido. Sigo conduciendo y meto el carro en mi plaza, donde tengo otros cinco autos incluído el de ella. - Gracias... -Rachele. -me mira y abre sus ojos como platos. No sé esperaba esto - ¿tu? ¿que carajos esta pasando? Pensé que venia con... - ¿tu amigo? -aprieto los dientes - que por lo que vi la estabas pasando muy bien. - eso no te importa -sale dándole un portazo a mi auto -¿estabas siguiéndome? - ¡Espera! No, estaba allí también con Jake. Fui después de que me dejaras con la polla parada - no seas mal hablado. Y no me interesan tus escusas. Solo quiero dormir. Entramos en la casa y en el salón se va quitando su vestido mientras camina a la habitación - ¿que crees que haces -la regaño - lo que vez. - no, espera. - me paro detrás de ella y suavemente bajo las tiras de su vestido y este se desliza por su cuerpo cayendo al suelo. Trago saliva viendo la ropa interior de encaje negra que me volvió loco cuando la vi - ¿Que... Que haces? - solo te ayudaba. Rache... Dios, te deseo, quiero estar contigo.
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