El primer problema (u oportunidad, que es como deberíamos llamar a las situaciones imprevistas que el destino nos pone en el camino) se presentó tan pronto como llegamos: al tener descuidada por tanto tiempo la propiedad, la humedad había hecho que las puertas de las habitaciones para invitados estuvieran realmente atascadas y fuera humanamente imposible abrirlas. Sumado a que algunos de los paneles solares instalados en la residencia para generar energía (porque el abastecimiento local era un poco imprevisible) no funcionaran correctamente. Tendríamos electricidad sólo por 8 horas (nuestra decisión como emplearlas), tendríamos que compartir cuarto y baño (aunque este último cambio ya lo teníamos contemplado) y tendríamos que organizarnos para una remodelación completa del hogar. -Al me

