Pedro lo dejó y volvió a la barra. Tenía un gran bulto en el entrepierna. Se sentó al lado de Valentín. -Oye amigo, esta putita está caliente, te lo aseguro. Le he metido mano a base de bien y ni se ha inmutado. Mira, Jesús también se lo está pasando bomba. Valentín miraba como el que se llamaba Jesús intentaba besarle el cuello a Diana, y ella divertida se apartaba. El tercer maduro se acercó y Jesús le dejó sitio, yendo hacia la barra. -Joder como me ha puesto la niña. Un poco más y me corro restregándome contra ella. Los tres hombres, Valentín, Pedro y Jesús contemplaban como el otro se había pegado a la espalda de Diana y bailaba con ella pegadito, restregándose en su culo, y como la muy guarra apretaba su culo contra la sin dura endurecida polla, sin dejar de sonreír. Los dos chi

