María miró a Majed. -Me encanta mi regalo - dijo mientras alargaba sus manos, cogiendo con una la polla de Majed y con la otra la polla de Juan, empezando una lenta paja. Mientras María les tocaba las pollas, lo chicos empezaron a acariciarla. Le besaban los labios, la cara, la tetas...La acariciaban toda. Los largos dedos de Majed se perdieron entre sus muslos..en su coño. La mezcla de semen y sus propios jugos hacían el aquel coño fuera una fuente María gemía y se retorcía de placer. Sentía en sus manos aquellas dos pollas. Gracias a sus sabias manos estaban otra vez duras..listas para volver a follarla. Y ahora quería sentirlas las dos dentro..a la vez. Se subió sobre Majed, se sentó sobre la polla y se la clavó. Volvió a sentirse llena de polla. Se echño sobre el pecho de Majed. Lo

