Diana miraba como su padre le hacía el amor a su madre. No le decía zorrita. No le decía putita. Sólo la besaba, la acariciaba. A pesar de cómo era ella, esa manera de amarse le pareció hermosa. Se empezó a tocar el coñito mirando, observando, envidiando. Su madre acariciaba el cabello de su padre. Su madre empezó a gemir más fuerte. -Agggggggggg...mi vida...aggggggggggggggg El orgasmo fue largo, calmado. La cara de placer de su madre era hermosa. Después del placer, abrió los ojos y miró a su padre. Se fundieron en un beso. Ana le dijo algo al oído a Valentín y él le respondió. Diana observó como su padre se salía de su madre y la miraba a ella. -Ahora tú, pequeña. El corazón de Diana latió con fuerza. Se acomodó en la cama, abriendo sus piernas, lista para que su padre le hiciera el

