El destino

2149 Words
Hoy es Sábado por la noche, un día en que Denis Laurent suele tomar para su disfrute personal siempre que se encuentra en París su ciudad natal y que sus compromisos se los permiten, el dinero y las mujeres son su adicción principal y entretenimiento en general, es un magnate, un joven empresario exigente y caprichoso a quienes los chef le temen y admiran a la vez, pero esta noche solo desea ser un hombre más, relajarse, aprovechar el ambiente, beber y porque no disfrutar de la buena compañía de una dama, para luego pasar la noche con ella, no tiene dificultad para conquistar mujeres, pero para alguien que no quiere ataduras, novias, ni mujeres histéricas tratando de conseguir una segunda cita, a veces es mejor si conoce alguna compañera para sexo casual y después de horas plagadas de lujuria, las despide con un beso y no verlas nunca más, asi que mientras menos sepan de su identidad es mejor para el. Para esa noche escogió uno de sus trajes y zapatos favoritos marca Louis Vuitton de color gris Acero que resaltaba su piel blanca y cabello castaño, se vio al espejo conforme con su aspecto y se colocó un poco de su perfume Pure Xs de Paco Rabanne, para concluir salió de su penthause, no solía ocupar a su chofer en sus salidas de esparcimiento por lo que escogió para esa noche su nueva adquisición un Bugatti Centodieci color n***o, en pocos minutos se encontraba en la discoteca Blue Sensation, disfrutando de su primera copa de vino en el área Vip, cuando su amigo, socio y además dueño del lugar Mattia Durand se acercó con un grupo de chicas para ambos pasar un buen rato Al otro lado de la ciudad Bianca recibía un nuevo mensaje de voz de sus amigas Antonella y Daphnee, —No seas aburrida, ya estas por salir del restaurante te trajimos un vestido para que te cambies y ya, por una vez se joven, y no la Chef encargada del Laurent, responsable y maniática de los itinerarios. —Chicas, no puedo, saben que siempre soy la última para irme, de eso se trata mi trabajo debo vigilar todo. —Son las doce, ya cerraron, solo debes encargarles recoger la cocina y dejarla lista para el siguiente día. —Está bien Daphnee haré una excepción por el día de hoy. —De acuerdo ya estamos en la entrada allí vamos con el vestido. Se miró en el espejo del baño y se sintió complacida, le había encantado ese vestido desde que lo vio en la vitrina de una tienda cercana, como un capricho lo había comprado pero no había tenido oportunidad de utilizarlo, largo ceñido al cuerpo destacaba sus curvas sin ser vulgar, era de cuello redondo con un detalle bordado en flores y sin mangas, sencillo pero sexi, al salir del baño su personal que en ese momento estaba recogiendo y limpiando el lugar y que estaban atentos para ver el cambio, la aplaudieron y silbaron, esta era la primera vez que la veían en ropa de ese tipo, solía ir con blusas y pantalones de tela, ella graciosamente se voltio hacia ellos e hizo una reverencia, les lanzo un beso a todos y salió, tenían un buena comunicación y química con el personal, más que trabajadores eran familia de hecho ella era la madrina de uno de los hijos del sous chef y del matrimonio de uno de los mesoneros. —Listo chicas aquí me tienen, espero que la pasemos bien—, expresó con un suspiro al llegar al auto. Antonella rio y agregó, —Claro que la pasaremos increíble, aún más que por fin estaremos juntas las tres en una salida nocturna, una raya en el cielo deberíamos hacer pues como nos cuesta coincidir con las diferencia de horario que tenemos, Bianca solo tiene “libre” los lunes, Daphnee los domingos y yo constantemente estoy de viaje. —Es verdad, esta noche dediquémonos a nosotras a bailar y beber, nada de hombres—, agregó Daphnee. Bianca suspiro, —Yo mañana trabajo ¿lo recuerdan no? —Claro amiga, pero al menos quedémonos un par de horas, la noche promete, vamos a ir a un club reconocido, los tragos y la música son geniales mis compañeros del trabajo no dejan de hablar de él—, respondió Antonnella. Llegan a la discoteca, el ambiente ya está encendido, piden unos chupitos en la barra que está abarrotada de personas, la música de David Guetta suena hay una euforia general, que desean aprovechar y van juntas a bailar sin perder tiempo, sus movimientos son rítmicos y sensuales, no tardan en llamar la atención de los hombres que están a su alrededor, son tres mujeres hermosas y llenas de energía, que proyectan seguridad en sí mismas a su alrededor, así que poco a poco se acercan algunos sin que ellas les presten una real atención, no pasan desapercibidas para dos pares de ojos curiosos que están en el área de VIP, ya dichos caballeros están acompañados pero definitivamente el trío que recién ha llegado les interesa. Después de un rato de bailar sin parar, deciden ir por una ronda de bebidas al bar, esperan su turno mientras continúan bailando y bromean, inesperadamente se acercó un personal de seguridad a invitarles a ir a un área reservada a lo que las tres respondieron, “no gracias”, habían ido allí para pasarla bien juntas no para ser juguete de algún grupo de tipos adinerados, ya esas etapas las habían superado y más que buscar una noche de pasión deseaban era relajarse y pasarla bien, o al menos eso era lo que habían planificado. El rechazo no fue bien recibido, era la primera vez que unas mujeres les rechazaban sin siquiera saber quiénes eran, los llamaran caprichosos o no, ahora sentían más curiosidad, ellas siguieron bailando como si nada hubiese ocurrido durante unas canciones más, hasta que se acercó a ellas un hombre alto de cabello n***o y ojos pardos, para invitarles personalmente a acompañarles, a Daphnee le encanto, sin haber siquiera abierto la boca la dejo fascinada, lo cual a sus amigas no le extraño pues el chico era su tipo, amablemente saludo y luego se identificó como Mattia Durand el dueño de la discoteca, les explico que solo quería tener una atención con ellas y brindarles un trago sin ningún tipo de compromiso. Antonella y Bianca declinaron la oferta, pero Daphnee no pudo resistirse a la oportunidad de al menos conocer a aquel hombre, alegó ante sus amigas que el motivo para no rechazarlo era no crear incomodidad, pues se encontraban en su local, ellas solo voltearon los ojos, como si no la conocieran, pero bueno ella era una adulta con derecho a decidir y tenía derecho a pasarla bien con quien deseara, así que le desearon suerte y la promesa de cuidarse no se tratara de algún psicópata, lo cual trajo risas entre las tres que hablaban apartadas del hombre, luego ellas se unieron de nuevo a la multitud que cantaba y bailaba mientras su amiga se alejaba con el extraño. Mattia le extrañó la negativa, pero para él estaba bien pues la que había llamado su atención había aceptado la invitación, sabía que su amigo no estaría conforme pero si tanto interés tenía en la dama que se levantara de su trono y se hiciera cargo, Daphnee hablo para romper el hielo, pues estaba un poco tenso el momento, —eres muy amable por la invitación, disculpa que mis amigas no nos acompañaron lo que pasa es que hoy estábamos en plan de salida de solo de chicas. —¿Y nunca se salen de lo que planifican?, ¿tienen algo en contra de la espontaneidad? —No exactamente, supongo que simplemente no les apetecía en este momento. —Entonces soy afortunado que aceptaras mi oferta pues realmente mi interés estaba era en ti. —Wow, que lanzado y eso ¿Por qué? —A primera vista me encanta tu cabello, tu sonrisa y tu manera de bailar, es suficiente incentivo para querer conocerte, así que vayamos a pasar un buen momento junto con el grupo y luego veremos cómo sigue la noche. Desde Vip Denis observó la escena aquella chica había pasado de ellos, a veces era caprichoso y no le gustaba darse por vencido, era algo en su forma maniática de ser, así era hasta en la preparación de sus platos estrella, en el caso de las mujeres, si lo rechazaban lejos de perder el interés era un aliciente, lo sentía como un reto personal, pero en esta oportunidad lo iba a dejar pasar, situaciones como esas lo metían en problemas y en este momento le daba igual pues para eso estaban las mujeres hermosas que lo estaban acompañando, así que siguió disfrutando de la compañía e intentando ignorar a las mujeres de la pista en especial a una. Mientras en la pista las chicas la siguen pasando bien, bailando primero solas y luego con unos rubios atractivos que se acercaron, parecían hermanos y además de ser agradables bailaban muy bien, —Mi nombre es Francesco y él es mi hermano Antoine, ¿y ustedes? —Mi nombre es Antonnella—, respondió la que bailaba junto a él, —y ella es mi amiga Bianca—, respondió ganándose la mirada de su amiga reprobatoria, por regla tenían no dar nunca sus nombres reales a menos que efectivamente fueran a entablar una relación, sin embargo, para no ser desagradable término por decir, —un placer conocerles. Dennis se mantenía inquieto, cada tanto observaba a la chica pasándolo bien con otro e inevitablemente siente un ápice de celos, no lo entiende la fijación que tiene pero quizá solo sea producto de su rechazo, por un minuto decide ir al baño necesita despejar su mente y también su cuerpo, porque ya lleva un buen rato bebiendo, el pasillo tiene poca iluminación apenas logra ver por donde va, la verdad nunca se quedaba lo suficiente como para usar el servicio higiénico y era demasiado meticuloso para ello, pero hoy no le quedaba otra y para su sorpresa el lugar está bien cuidado asi que se relajó. Por su parte Bianca vio su reloj eran las 3 de la mañana tiempo de dar por terminada la noche, pues al día siguiente debía levantarse cómo máximo a las 7 de la mañana para ir al trabajo se despidió de los chicos y se encaminó hacia la salida, pero justo cuando pasaba por el área de baño sintió que alguien la asió del brazo un desconocido y la tomó con suavidad por el rostro y la beso como nunca nadie lo había hecho, fue como si un rayo los atravesara pero luego como si se tratara de una ensoñación se separó de él y le dio una cachetada, —Creo que usted se ha equivocado, ¿cómo se atreve?. —No podía perder la oportunidad, llevo toda la noche observandote. —Eso no le da derecho—, y sin más se giró para caminar apresurada hacia la salida, sin mirar tomó un taxi y fue directo a su casa, no lo podía creer que en la época que estaban todavía existieran hombres que se sintieran con derecho a esas libertades, pero bueno lo mejor era no arruinar su noche con esos temas, lo que si era cierto es que aquel beso la había impactado, todavía tenía la sensación de sus manos en su rostro y de sus labios en los suyos, el olor masculino lo podía sentir hasta en su ropa, quién sería aquel hombre ya no importaba, sonrió y pensó en la noche loca que había pasado, se había salido por completo de su rutina y a pesar del cansancio que tendría el día próximo no se arrepentía, se acostó apenas al llegar y cambiarse y sonrío al pensar en el beso que le habían robado, ya al menos tendría con quien soñar, el hombre misterioso así lo llamaría en sus fantasías. Dennis regresó a la zona Vip luego de haber intentado perseguir a la chica que lo había cautivado por toda la noche, ¿que le pasaba? desde cuándo se había convertido en un acosador, a él le llovían las mujeres no las perseguía, pero sin duda aquellos labios suaves y carnosos, su piel tersa y ese olor a especies específicamente a canela lo había hecho perder el norte por un momento, era un comportamiento inapropiado que no se podía permitir, así que trato de integrarse al grupo y seguirla pasando bien, al final de la noche se fue a un hotel con una de las rubias que le acompañaba y después de algunas horas de pasarlo bien, se fue a su casa se dio un baño y se acostó, no sin antes recordar los labios de aquella musa.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD