Verónica: —¡Basta! —dice Noah enojado, pero al ver mi reacción, él cierra sus ojos y respira profundo. Después de un momento los abre nuevamente y cae por completo en su silla de escritorio. — ¡Lo siento, Verónica!, pero tengo mucho trabajo y no quiero más problemas entre ustedes dos —dice mirando entre Jeremy y yo. —Arreglen sus diferencias o lo que sea, pero necesito que trabajen en equipo. Gruñí molesta y tomé valor. —¡Pero por qué con él!, ¡y por qué de nuevo me quitaste mi cargo! Noah suspiró cansado, ya se veía más calmado. Al parecer las terapias estaban funcionando, se controlaba mejor. —Mira Verónica, lo único que te puedo adelantar es que los malos manejos del señor Chan, nos alcanzaron. Fruncí mi ceño observando a todos los presentes y luego por último a Noah. No entendía

