Verónica:
Salí de mi edificio mirando hacia ambos lados como una completa obsesiva.
Zack me pregunto tres veces, "si quieres te llevo", pero me negué. Podía con esto, además sabia defenderme, es que una de las ventajas que tenía de tener un primo boxeador era que tenía clases particulares y sobre todo gratuitas.
Me dirigí al parqueadero que tenía un aspecto lúgubre y desierto, era el aspecto de siempre, solo que esta vez, todo el ambiente me hacía sentir incómoda. Busqué mi auto sin demora y una vez lo hice, lo desbloqueé.
Una corriente de tensión recorrió mi cuerpo, al sentir que alguien me observaba, mire hacia ambos lados, pero no había nadie. Como sea entré rápidamente al auto y no pude respirar profundo y sentirme completamente tranquila, sino hasta que me vi en el tráfico matutin
