CAPÍTULO 2: ¿Venganza?
1490 Words
Elsie terminó de revisar el documento final y luego asintió.
—Coincide con los términos del acuerdo prenupcial en caso de adulterio. No te está jodiendo, al menos no en esto. Hijo de puta —susurró la última palabra entre dientes mientras empujaba los papeles hacia Liesl a través de la mesa de la cocina—. Lo siento mucho, cariño.
Liesl agarró la mano de Janka debajo de la mesa.
—Nunca lo vi venir. Se la folló en su recepción de bodas.
—¿Dijo que era la primera vez? — preguntó Janka mientras Elsie señalaba todos los lugares en los que Liesl necesitaba firmar.
—No pregunté. Mientras esperaba que vinieras, estuve sentada aquí pensando en cada interacción y estoy segura de que ha estado ocurriendo durante al menos un año. Ambos desaparecieron en la boda de mi prima. ¿Recuerdas que llegó tarde a la cena de cumpleaños de mamá y desapareció durante veinte minutos, pero luego alguien dijo que habían visto su auto en el patio? Probablemente estaban allí jodiendo en algún lugar de la casa de mamá —dijo Liesl.
—Jesucristo —susurró Janka—. Pensé que tenían un matrimonio perfecto. No podía mantener las manos alejadas de ti.
—Sandy y Roddy tuvieron un amor-odio tantas veces. Cada vez que terminaban, ella salía a acostarse con otros. Miré al techo, consciente de que las lágrimas seguían rodando por mi rostro, gracias a Dios siempre usaba condón conmigo, o quizás habría contraído una de sus enfermedades — dijo Liesl.
—Deberías hacerte la prueba de todas formas —gruñó Elsie—. ¿Quién hace esto a su propia hermana?
—Sandy lo hace —refunfuñó Liesl—. Ha estado detrás de mis cosas desde el día que nació y mamá siempre me hizo compartir. Aunque se necesitan dos para bailar tango; él es tan culpable como ella.
—Es cierto. —Elsie apretó su mano—. ¿Crees que todavía está esperando en el auto por los papeles?
—Sí. —Asintió y se dispuso a levantarse—. Se los llevaré.
—No —Elsie se puso de pie—, como tu representante legal, es un placer llevarlos. Esta copia es tuya. Esta copia es de él. Le llevaré su copia. Personalmente presentaré estos documentos en el juzgado por la mañana. Cuanto antes mejor. Terminaremos con esto.
—Realmente duele.
Liesl sollozó mientras Elsie besaba su frente antes de salir de la cocina hacia el pasillo.
—Es horrible.
—Realmente lo es —coincidió Janka—. No tienes que venir a trabajar mañana si no quieres.
—En realidad —parpadeó para contener las lágrimas —necesito hacer algo más que quedarme sentada en esta casa enorme. ¿Puedo conseguir algunos turnos extra?
—Definitivamente—. La abrazó fuertemente y apretó la cabeza de Liesl contra su hombro.
—Me siento tan patética. No pude mantener a mi perro con correa y él se fue con mi hermana.
—Tu perro necesita ser sacrificado — murmuró Janka mientras se sentaban en silencio.
Elsie entró.
—Tu esposo es un cretino. Estaba molesto de que yo sacara los papeles y no tú. Dijo que vas a ser tía así que debes superarlo y ser capaz de ser civilizada.
—Que se joda —siseó Janka—. Realmente tenemos que sacrificar al perro. Puedo llamar a uno de mis primos en Alemania —bromeó a medias.
Liesl hizo una mueca que hizo levantar las cejas a sus dos amigas.
—¿Está mal que hayan pasado dos horas desde que esto comenzó y todo lo que quiero hacer es planear venganza?
Janka echó la cabeza hacia atrás y la miró incrédula.
—¿Tú? ¿Venganza? Chica, tú eres la reina de proclamar el perdón. ¿Realmente vas a planear venganza?
—Mientras él estaba arriba empacando sus cosas y yo esperaba por ti, noté que mi computadora portátil todavía estaba abierta desde donde estaba viendo películas. Dos veces dijo que necesitaba empacar su oficina y me puse a pensar.
—¿Y? —Elsie estaba atenta.
—Ha usado mi computadora portátil más de una vez para hacer negocios. La traía como respaldo en caso de que se le acabara la batería en los vuelos y esas cosas. Nunca he mirado nada, pero no tiene contraseña ni nada.
Elsie estaba atenta.
—No lo sé, pero tal vez haya alguna manera con la información que tiene en mi computadora personal de sabotear su carrera. No será despedido porque el nepotismo es real en la familia McGrath. Son poderosos millonarios y todo, pero los últimos dos contratos por los que compitió fueron bloqueados por otra empresa. Merl odia a ese tipo. ¿Y si pudiera encontrar una manera de darle la información a este tal señor Machado?
—¿Machado? —Janka abrió los ojos—.¿No es Isaías Machado? ¿Multimillonario?
—Tal vez. —Encogió los hombros—. No estoy segura. Solo sé que hace unos seis meses hubo un gran contrato para un desarrollo y este Machado apareció en el último momento y, según Merl, le robó el contrato. Lo hizo de nuevo unas dos semanas antes de que fuéramos a Turks. Estaba muy enfadado. Dijo que todo lo que estaba haciendo ahora era para vengarse de este tipo. Él y su padre estaban asegurándose de que los dos contratos en los que estaban trabajando se mantuvieran en secreto para que ninguna información llegara a Machado —dijo Liesl.
Elsie tragó saliva.
—Bueno, eh, sé que estamos hablando sin saber porque te duele y por defecto, nos duele a nosotros también, pero si encuentras una manera de hacerlo sin meterte en problemas legales, podría saber cómo acercarte a Machado para darle información.
Liesl limpió las esquinas de sus ojos enrojecidos e hinchados.
—¿Cómo?
—El restaurante de mi hermana Mara es uno de sus lugares favoritos para cenar. Ella se especializa en cocina mediterránea y él es portugués. Él va allí con frecuencia. Al menos una vez a la semana.
Se tragó el nudo en su garganta.
—Mierda, ¿en serio?
—Sí. —Elsie sonrió maliciosamente—. Mara puede haber decepcionado a mis padres al abandonar la escuela de leyes para convertirse en chef, pero ha creado una gran cantidad de seguidores entre los ricos y la élite.
Asintió y luego suspiró.
—Quizás ni siquiera tenga nada que darle.
Janka corrió hacia la otra habitación y luego regresó llevando su computadora portátil.
—Solo en caso de que cambie las contraseñas o intente ajustar las cosas —sacó una memoria USB de su bolso —, pon todo lo que puedas encontrar en esto. Podemos revisarlo después, pero al menos tendrás todo en lo que él estaba trabajando.
—Soy mala en estas cosas. Mi computadora es para ver películas y probablemente por eso él la usó. Sabía que no husmearía. Me llevaría horas.
Su voz se desvaneció mientras Elsie giraba la computadora hacia ella y empezaba a escribir frenéticamente en el teclado.
—¿Qué estás haciendo? Si esto es ilegal o puede meterte en problemas, podrían quitarte la licencia.
—Si hay alguien en mi vida por quien valga la pena que me quiten la licencia, eres tú. Además, su comentario sobre ti siendo una tía me enfureció. ¿Espera él que tú, él y tu hermana sean una especie de feliz familia? Que se joda él. Que se joda ella —murmuró Elsie entre dientes mientras metía la memoria USB en el dispositivo—. Además, que se joda tu mamá por no llamarte cuando la necesitabas. Entiendo que tu hermana esté embarazada, pero ella está teniendo el bebé de su cuñado. Vergüenza para ella. Vergüenza para todos ellos. Vamos a quemar el mundo.
—Dijo que tenía que casarse con ella porque el testamento de su abuelo estipula que cualquier hijo nacido fuera del matrimonio no puede recibir el dinero que se le dejó en fideicomiso — susurró—, no quiero arruinar la vida de un niño.
—No lo estás haciendo.
Elsie estaba inspirada ahora, mientras hacía clic y arrastraba cientos de archivos que Liesl ni siquiera sabía que estaban en su computadora hacia la memoria.
—Hay muchos padres en el mundo que trabajan en McDonald's volteando hamburguesas. El niño recibirá su fideicomiso eventualmente, pero no tenemos que ponérselo fácil a sus padres.
—Esto es una locura.
—Sí, lo es. —Elsie le miró con una mirada maliciosa mientras sostenía la memoria USB—. Esconde esto en algún lugar donde nunca lo encuentre cuando regrese el sábado con su camión de mudanza. Podemos resolver el resto después. ¿Estás adentro?
Mientras miraba el montón de papeles que él le había presentado sin previo aviso, asintió una vez.
No se rendiría sin luchar.
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