Respira y olvida cosas… Anastasia. Tuve un mal momento con mis compañeras de trabajo, pero decidieron pedir disculpas por sus chismes. Lo seguirán haciendo porque son chismosas y eso jamás lo van a cambiar. Antuan había estado enfermo y había regresado ayer a la oficina. Estuvimos hablando algunas veces sobre su salud y algunas cosas sobre la vida. —Deja de desvariar, por Dios. El enfermo soy yo. El nuevo director no me soporta, él claramente me dijo que odia tenerme en la oficina. No entiendo tus ganas tontas de descubrir una verdad imposible —suspiró cansado—. Hace una hora me querías de regreso en la oficina, ¿y ahora me quieres de amiga con él? ¡No te entiendo! —Deja el drama que no soy tonta. Te enfermaste porque es el jefe quien te presiona —lo miro mal, mientras me acomodo en la

