Anastasia. No quiero más estrés mental y cansancio emocional. Eres amable algunas veces, pero abunda tu carácter y tus ganas de dominar toda la situación conmigo y eso es lo raro. No sé cuándo puedo estar agradecida y cuando debo estar en alerta. Eres una persona que no logro descifrar completamente. Aleksandr hizo la reservación de una habitación en el hotel al que fuimos la primera vez que nos conocimos, y aunque en todo el camino estuvo en silencio para no decirme a dónde veníamos, me sentí asustada al ver el lugar al cual llegamos. —¿Qué hacemos aquí? —lo miro seriamente, escondiendo mis nervios. Se quitó el saco y terminó de entrar a la habitación. —Vinimos a que tomes una ducha y te cambies —responde con simpleza—. Créeme cuando te dije que no te quería ver enferma, Ana. Lo m

