No quería verla así...
Aleksandr.
Me había quedado en silencio escuchándola llorar y balbucear cosas de su padre. Decía lo mucho que le dolía el corazón y lo difícil que ha sido desde que las abandonó. Podía sentirla decepcionada y dolida. Me preocupaba que Ana no parara de llorar.
Me preocupaba mucho que ella estuviera sufriendo sola.
Le dije a uno de mis amigos que encontrara información sobre el paradero de su padre y todo lo que tuviese que ver con él y Ana. Si había alguna manera de hacerla sentir menos dolor, juro que lo haría.
La respuesta hacia la investigación fue rápida y agradecía que mi amigo fuera investigador privado. Un correo electrónico y descubriría lo que hizo llorar tanto a Ana.
Confidencial:
»Primero que nada, debido a la rapidez con la que me pediste la informa
