Taming The Bull (Cowgirls #2)

Capítulo 2

Ser el centro de atención es genial según mi tía, y eso es lo que debe identificar a nuestra familia, la opulencia, el dinero y el poder, pero la verdad, yo no estoy de acuerdo, mis padres me enseñaron toa mi vida que no hay como el vivir con sinceridad, sin importar si se tiene mucho o poco, lastima  que mi padre lo olvidara al final de sus días.

Las chicas que componían el equipo de animadoras, eran un caso y me divertía en algunas ocasiones con ellas, pero detestaba cuando querían que solo hablara sobre mi y mi vida que parecía tan "perfecta".

- El caso, es que el verano pasado la playa estuvo genial - dice una de las chicas haciéndome reaccionar - Si, tienes razón, el verano pasado fue genial, ¿recuerdas a aquel universitario que conocimos en la playa ? - le pregunta otra 

- Si, esos chicos eran buenos, eso sin mencionar al par de BullRiders que estaban allí - dice la primera chica que se llama Megan - Uff, chicas eran tan sexys debieron haberlos visto - añade la segunda de nombre Natasha.

- Oye, Kyll, ¿estas bien? no has querido opinar hoy nena - menciona Jenny - Estoy bien Jenn solo un poco nerviosa por la rutina del partido del viernes - digo y ella me da una sonrisa comprensiva. - Todo, esta bien, todas estamos nerviosas, claro que para ti como capitana debe ser mas estresante - dice 

-Hmmm, si, pero quiero que todas estemos bien tranquilas y seguras para ese importante día - digo - ES cierto, debemos estar bien preparadas pero eso no quiere decir que no sintamos un poquito de nervios - dice y me da una sonrisa 

-Bien, me alegro que lo veas así Jenn y ¿ustedes chicas? - pregunto, se miran entre ellas, sonríen y simplemente dicen - ¡Claro que estamos contigo!, no sentimos igual tontita - dicen, dándoles una gran sonrisa miro mi reloj y noto que es hora de ir a por mi regalo, ya que pronto entraremos a clase.

-Bien, chicas muchas gracias, las veo en clase - digo levantándome de la mesa en la que descansábamos y me dirijo hacia los pasillos desesperadamente en  busca de Jessie McBride.

Unos minutos después la encuentro con sus amigas, en el pasillo de la escuela, las intercepto y la saludo con cortesía, no se lo que pueda pensar ella de mi solo deseo que pueda tener un buen concepto de mi persona y de lo que soy.

Ella me entrega un muñeco de in- action de su hermano Drew, el Hombre a quien le debo mi vida y que sin haberlo querido se convirtió en el dueño de mi corazón, aunque yo tal vez ni siquiera rondara su mente me era suficiente con saber que compartía con el un espacio y momento de su vida.

Corrí hacia mi casillero después de darle las gracias a Jessie para escuchar la irritante campana para el inicio de clases...