Solo porque sí

7 Tu sonrisa me hace sentir cosas que no comprendo

Capítulo 7

TU SONRISA ME HACE SENTIR COSAS QUE NO COMPRENDO

Ella se está riendo como loca cuando entramos en mi estudio

– ¿de qué te ríes? – me siento en la obligación de preguntar porque no lo comprendo

– Es que creo que es la primera vez que me atrevo a hacerle algo como esto, y se sintió bien que no me hiciera pasar por tonta – se sienta en la butaca que esta frente a mi caballete

– Te ves bien ahí – le digo, saco mi teléfono y le hago una foto

– ¿para qué quieres esa foto? – me pregunta y viene en mi dirección, intenta quitarme el teléfono

– Ahora eres mi novia, claro que tengo que tener al menos una foto tuya – se queda quieta y me mira

– No sé si esto está bien – se sienta en el suelo y cruza las piernas como una niña pequeña – no me gustan las mentiras y eso nos puede meter en problemas, también puede que haya alguna chica enamorada de ti y que por esta mentira se aleje – sus cavilaciones son todas muy interesantes, pero sinceramente no me interesa nada de eso

– Puedes olvidar todo eso, no me interesa para nada lo que acabas de decir, mi único interés ahora mismo es molestar a Marck, es un total idiota y las personas como el me desesperan

– ¿mejoro algo su técnica? – salta ella de tema – es que te enseño la pintura con tanto misterio que me quede con la duda – no quiero decirle lo que pinto, por eso no había puesto el tema en absoluto, pero si pregunta, tampoco voy a negarme

– Un poco, mejoro una pequeña parte de su técnica – omito el contenido

– ¿Qué era? – sabía que no iba a ser tan fácil

– Pues. ¿Qué es lo que quisieras que fuera? – le pregunto

– Quisiera que fuera un paisaje, pero tanta preguntadera significa que pinto a su novia – asiento – no tienes que andar con tantos rodeos, lo veo con ella a cada momento y eso es mucho peor que cualquier pintura que pueda hacer

– Te invito a una cerveza – le ofrezco, Joy niega

– Prefiero que me invites a una gaseosa, no tengo deseos de beber – voy a la cocina y regreso con lo que me pidió, en vez de entregársela cuando estira su mano la levanto del suelo

– Deja de sentarte en el piso, eso me molesta – le digo, la llevo hasta la cama

– No puedo creer que de verdad vivas aquí – me siento junto a ella

– Es cómodo vivir donde mismo trabajo – le digo – así si tengo algo de inspiración – como la que estoy teniendo ahora – la aprovecho

– Si lo miras desde ese punto de vista tiene la razón – mira a su alrededor – aun así, deberías conseguirte algún mueble, cada vez que vengo me tengo que sentar en tu cama – me aconseja

– No me interesa que te sientes en mi cama – me acerco un poco a ella – siempre y cuando me regales una sonrisa – bromeo, pero la hago reír como esperaba que sucediera

– Te regalo la sonrisa, pero tienes que comprender que si traes a muchas personas vas a terminar durmiendo en una tabla cuando se te rompa el colchón – dice en el mismo tono en el que le estoy hablando

– Pidamos comida – me levanto de la cama y la miro – aquí no viene nadie más, solo tu – no se si debería de decirle quien soy en realidad, mi nuevo seudónimo es alguien a quien nadie conoce, un hombre sin importancia que se está haciendo de un nombre, desde que me aleje de mi anterior vida he tratado de que nadie sepa quién soy, pero sé que ella no me traicionaría – quiero contarte algo – le dejo saber, pido pizza

– Espero que no se demore la comida, tengo que llegar a casa para bañar a Luca – me rio, me agrada como atiende las necesidades de su hijo

– Quiero tener a alguien que me cuide tanto como tú cuidas de Luca – cambio el lienzo de mi caballete, tomo un lápiz y comienzo a hacer un boceto

– ¿y tu familia? – me encojo de hombros

– ¿te molesta si no hablo al respecto? – niega

– Para nada, si quieres te cuido como lo hago con Luca, también estoy segura de que mi madre estaría feliz de alimentarte – sonríe, mi pecho se oprime de un modo que no comprendo, no es algo que otras cosas me haga sentir

– Claro, ahora que eres mi novia, puedes cuidarme – mi teléfono suena, lo localizo encima de la mesa de noche junto a mi cama, voy hasta allí y lo tomo, el mensaje que entro es de Marck

NECESITO QUE HABLEMOS

Me pide de una forma que no me suena amable, sé que en unas letras se supone que no sepamos como nos lo quisieron decir, sin embargo. Lo imagino resoplando y mostrando su molestia, le respondo

AHORA MISMO ESTOY CON JOY, CUANDO LA DEJE EN SU CASA TE AVISO Y QUEDAMOS

Dejo el teléfono donde estaba antes y regreso a mi caballete

– Debes de ser un hombre muy solicitado – me alegra que al menos reconozca que soy un hombre

– Para nada, ojalá fuera la mitad de lo que imaginas – la contradigo – siento algo cuando estoy contigo que me está volviendo loco – no son buenos sentimientos, muy por el contrario, me hace sentir celoso de las personas que la rodean, de su cariño tan puro y sincero, y eso me asusta, no quiero enamorarme de una mujer que no está dispuesta a querer a nadie más que a ese idiota

– ¿Qué sientes? – se escucha curiosa - ¿molestia quizás? – hago un sonido con mi garganta quitándole importancia

– Cuando lo descubra te digo – le sonrío

– De acuerdo – le da la misma importancia que yo – ¿Qué era lo que querías decirme? – niego

– Mejor en otro momento, ahora me enfrasque en esto – señalo el caballete

– ¿puedo ver? – niego

– Por supuesto que no, sabes cómo funcionan este tipo de cosas – nunca me ha importado que vean mis dibujos a medio hacer, pero es incómodo que vea que la estoy pintando a ella, prefiero que lo vea cuando esté terminado

Poe suerte en ese momento llego nuestra comida y hablamos de temas diferentes mientras comíamos, luego la llevé a su casa y le envié un mensaje a Marck saliendo de casa de Joy

DIME DONDE PODEMOS VERNOS

Es obvio que lo estaba esperando porque respondió de inmediato

VEN A MI ESTUDIO

Es un buen lugar para reunirnos, al menos no me va a interrumpir si dice algo que me desagrade y me siento en la necesidad de partirle la cara, llego allí en menos de media hora, me bajo de a moto y camino con el casco en la mano hasta la entrada, no tengo que llamar a la puerta porque se abre cuando me acerco.

– ¿vas a mostrarme alguna pintura? – sé que no es de eso de lo que quiere que hablemos, pero no le voy a dar el gusto de alterarme antes de que él lo haga

– No, quiero que hablemos de Yoijan mientras ella no está presente – asiento

– Puedo entender que te preocupe, la conoces desde hace mucho – lo sigo dentro del local, está todo oscuro excepto la luz que esta sobre la mesa junto a la escalera, no espero que me invite y voy y me siento – di lo que quieras decir – suspira y se sienta frente a mi

– No es que me preocupe por ella, el que de verdad me preocupa eres tú – veo que va a cambiar su estrategia, ahora va a hablar mal de ella

– ¿Por qué te preocupas por mí? – le pregunto poniendo voz de asombro

– Es que, no tienes como saberlo porque la conoces – me mira – o más bien, nos conoces desde hace bien poco – se rectifica – pero yo estuve muy enamorado de ella, me hizo daño, mucho – me paso la mano por el rostro

– Te voy a decir algo, no me interesa lo que haya sucedido entre ustedes, eso sin contar que la descripción de la mujer que estás haciendo ahora no tiene nada que ver con lo que me dijiste hoy en la mañana – sonrío – según pude ver, no creías que pudiera estar enamorada de mi porque decías que estaba enamorada de ti y que no era capaz de amar a nadie más – lo miro fijo - ¿no fue lo que dijiste? – asiente viéndose encerrado en sus propias palabras – entonces ¿Cómo ahora me vas a decir que te hizo sufrir?

– Fue lo que hizo – es la única frase que pronuncia

– ¿no tendría algún motivo? – le pregunto, quiero saber que responde a eso

– ¿tendrías algún motivo para dejar a la persona que amas? – me rio

– Eso depende de muchas cosas, no sé qué es lo que sucedió entre ustedes, ni los motivos que ella puede o no haber tenido, pero si hay algo que se es que si te hubiera querido hacer daño se hubiera deshecho de los sentimientos que tenía por ti, y muy por el contrario como tú mismo dijiste hasta el día de hoy sigue enamorada, ese tipo de mujer no traiciona, no te haría sufrir sin un motivo

– ¿y aun sabiendo que me ama te vas a mantener a su lado? – me levanto

– Eso lo respondí esta mañana, para mí el pasado, hay que dejarlo allí, y es el lugar donde pienso ponerte en su vida – me acerco a la puerta para irme, me detengo y me volteo a verlo – esta es la última vez que acepto que me llames para hablar de ella, no me interesa lo que pienses, ni mucho menos lo que sucedió entre ustedes – le repito – de cualquier forma, tú eres tú, y yo soy yo, no sería capaz de abandonarla, mucho menos de hacerla sufrir, ¿eres tú capaz de algo como eso? – levanto la mano cuando va a hablar – si aun sientes la necesidad de cuidarla, si sientes cosas por ella entonces se hombre y trata de quitármela – le digo como si ella fuera mía – has lo que este a tu alcance para recuperarla, yo haré lo que pueda para impedirlo – no lo dejo que diga nada, no hay nada que quiera escuchar, lo dejo allí sentado y me voy a toda prisa.