—¿No lo entiendes? Todo esto es un invento de Maxine para destruirme, para separarme de ti y para que me odies. Lars soltó un bufido y negó, no podía creer que era tan cínica y culpara a Maxine para tapar las cosas terribles que había hecho. —¿Es en serio, Rosamund? —cuestionó él con tono irritado. Se llevó las manos al rostro y lo frotó con desesperación—. ¡Deja de fingir, por un carajo! ¡Deja el teatro a un lado, porque sabes muy bien que yo no me creo ese cuento! Tus excusas baratas servían con Gavin, pero no conmigo, porque yo te conozco bien. Sé muy bien la clase de mujer que eres y las cosas que hiciste! —Pero eso fue en el pasado, Lars... antes de ti. No puedes juzgarme solamente por eso — dijo fingiendo estar herida por las acusaciones que él le lanzaba—. Me conoces, has estado

