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3556 Words
Washington D.C 28 de marzo de 2021, 12:15 pm. Edificio J. Edgar Hoover Sede del FBI   Cody deja escapar un sonoro bufido mientras escucha a Nick parlotear acerca de su última cita y cómo piensa que esta vez había encontrado a la indicada. Ella realmente ha escuchado ese mismo discurso todas las mañanas después de que su compañero asiste a una cita con alguna chica linda que ha conocido en el transcurso de la semana en alguna de esas apps de citas, o en el bar. Ella le ha dicho que tiende a enamorarse muy rápido, y que también suele atraer a locas y psicópatas, pero él parece no querer escucharla. -Oye, te daré una semana antes de que me digas eso mismo nuevamente, pero sobre otra chica -le dice la morena y pone los ojos en blanco. -Te estoy hablando enserio, Cody -responde Nick-. Estoy aquí, abriéndote mi corazón y tú me maltratas. -No estoy haciendo eso -responde ella-, solo digo que tiendes a enamorarte demasiado rápido y tus elecciones no siempre son las más acertadas. -Lo que digas –bufa él-, solo intento distraerte un poco de esos archivos. Los has revisado sin parar todos los días y aún no has conseguido nada más que volverte más pálida de lo que ya eras, y perder peso. -Quizá no estoy trabajando lo suficiente. -Estás trabajando más de lo que debes -responde Nick-. Oye, sé que quieres que vuelva, pero ella está a salvo en el programa y estoy muy seguro de que no desearía verte así -mueve su dedo en círculos por la cara de Cody-. Podrías quitarle el estelar a Gasper el fantasma. -No seas idiota. -Vamos Cody, prácticamente vives en tu oficina y duermes debajo de tu escritorio -señala con un dedo acusador-, y estoy seguro que en tus días libres pasas revisando esos informes. -No, no lo hago -asegura. -Por supuesto que no -bufa con sarcasmo-. Bueno, ya es la hora del almuerzo así que te llevaré a nuestro lugar favorito para que tomes un descanso y te bebas una cerveza que te enfríe la mente. -Estoy bien, Nick. -No lo estás, así que ponte de pie y marcha fuera de esta oficina. -No te vas a rendir, ¿verdad? -Ya conoces la respuesta.  Cody pone los ojos en blanco y se echa hacia el respaldo de su silla. Luego mira a Nick, lo apunta con su índice y le da una mirada seria. -Solo no me cuentes más de esta chica que resultó ser tu enésimo amor en el mes -pide en un tono que suena a suplica, y empuja la silla hacia atrás. -Trato -acepta Nick con una sonrisa divertida asomándose en su rostro. . Dos enormes vasos de cerveza fría se deslizan por su mesa y Nick asiente satisfecho al ver a su amiga tomar su vaso y darle un largo sorbo. -Alguien necesitaba refrescarse. Cody deja el vaso sobre la mesa con un pequeño golpe y se echa hacia adelante, reposando sus codos. -Sabes que no puedo negarme a un buen vaso de cerveza fría. -Lo sé -Nick asiente con una sonrisa. -Gracias por sacarme de la oficina. Nick encoge un hombro en respuesta. Él realmente no entiende por lo que su mejor amiga y compañera está pasando, pero puede imaginarse lo frustrante que es no poder atrapar a Joshua Guzmán después de tres años. Nunca la había visto trabajar tan duro como ahora, y eso es mucho que decir sobre Cody Wexler. Nick y ella se conocieron hace poco más de ocho años y desde entonces su amistad se fue fortaleciendo. No solo eran compañeros, sino hermanos, y él la había visto en sus mejores y peores momentos. Había visto a la gran detective qué es, y eso solo lo hacía admirarla cada vez más. Pero desde que Zoe Spencer llegó a su vida hace tres años y medio, todo fue diferente. La siempre retraída e incómoda Cody, había cambiado. Mientras que él no pudo invadir su espacio hasta después de dos años de conocerse, Zoe lo logró en menos de un mes. Y luego estaban las miradas, las sonrisas bobas y las incoherencias que salían de la boca nerviosa de Cody cuando la rubia estaba cerca. Nick la vio distraída, sus ojos fijos en el vaso de cerveza, como si estuviera contando las pequeñas burbujas que quedaban en las paredes del vaso, seguramente estaba perdida en sus pensamientos como solía hacerlo seguido. Si fuera él, estaría fantaseando en el día en que atraparía a Joshua e iría por Zoe. Dos hamburguesas junto a dos porciones de papas fritas se deslizan frente a ellos, y el agente sonríe a la mujer mayor. -Gracias, Greta. -De nada, cariño -responde la mujer- ¿Quieres que les traiga mi famosa tarta de manzana? Creo que Cody lo necesitará -señala a la baja morena con un movimiento de cabeza. Nick mira a su compañera jugar con las papas fritas sin notar que la mujer de uniforme y delantal sigue junto a ellos. Él suspira y le asiente en respuesta. -Supongo que ambos necesitaremos tu famosa tarta. -¿Es por la chica? -susurra. -Ya lo sabes -encoge un hombro. -Entonces les traeré las porciones más grandes. Nick le sonríe y la ve alejarse, luego se concentra en su compañera que remojaba una papa en salsa de tomate mientras apoya su barbilla en su mano hecha puño. -Realmente espero que podamos encontrarlo pronto -comenta y toma su hamburguesa entre sus manos. Cody detiene el movimiento circular de su mano y mira fijamente la pieza de papa que está más que remojada en salsa. Se queda unos segundos de esa manera, procesando las palabras de su amigo y luego asiente de acuerdo. Nick capta que su compañera no quiere hablar por el momento, y pasan los siguientes diez minutos comiendo en silencio. Hasta que ella toma la palabra, y su voz escapa de su boca con algo de enojo. -Quisiera no estar atada a toda la burocracia para poder ir por él y causarle todo el daño que le causó a ella. Nick bebe de su vaso de cerveza y engulle la porción de papa que había llevado a su boca. Deja el pedazo de hamburguesa sobre el platillo y toma una servilleta para limpiar las esquinas de su boca, mientras piensa que decir a continuación. Sabía que todo este tema había llevado la mente de Cody a un lugar oscuro, y él conocía de lo que esa pequeña mujer era capaz de hacer por las personas que le importan. Y Zoe Spencer es una de las pocas personas que le importan a Cody más que nadie en esta vida. Y también sabe que él la apoyaría en cualquier decisión que ella tomara, porque Cody es de las personas más importantes en su vida. -Es una gran mierda a veces -dice Nick de acuerdo. Cody suspira y se echa hacia atrás, dejando que su espalda golpee contra el respaldo del sillón y se cruza sus brazos. -¿Sabes? -llama la atención de Nick y lo ve sacudir sus manos para luego apoyar los brazos contra la mesa-, creo que hay un topo. Ve a Nick arrugar la frente en confusión. -Por qué lo piensas -pregunta. -He estado tan cerca -responde Cody y sabe que su compañero puede escuchar la frustración en su voz-, sé que lo he estado -asegura-. Pero de una manera u otra, él logra anticiparse a mí. Nick lo piensa por unos segundos y recuerda. Desde el primer momento, Cody había puesto todo su empeño en el caso y los había llevado por buen camino, pero las cosas terminaban fallando de alguna u otra manera. La última vez que estuvieron cerca de atraparlo, había sido hacía poco menos de un año, cuando las investigaciones de Cody los llevaron hasta uno de los viejos almacenes que aún no habían sido reformados en el Puerto Antiguo de Portland en el estado de Maine. Catearon todo el lugar, y encontraron evidencia de que Joshua Guzmán había estado escondido ahí. Pero, una vez más, lograba escaparse de ellos. Desde entonces, Cody no tenía nada nuevo a lo que aferrarse y eso la martirizaba día y noche. -Imaginas quién pueda ser –le pregunta mientras él mismo repasa por su cabeza los nombres de los agentes que habían estado involucrados en todas las redadas, y los que tenían información de los avances del caso Guzmán. Escucha a Cody bufar y la ve negar. -No, aun no -responde-. Literalmente puede ser cualquiera. Nick asiente y bebe lo poco que queda de cerveza en su vaso. -Entonces tendremos que trabajar en una lista de sospechosos. Cody lo mira y le da una sonrisa cansada, una que le indica que nuevamente no ha estado durmiendo bien y que su viejo amigo, el insomnio, la ha estado visitando muy seguido últimamente. -Gracias -le dice. Él asiente y arruga el papel de la hamburguesa hasta hacerlo una bola y lo deja caer en el platillo, toma otra servilleta y seca las comisuras de sus labios. -Sabes que siempre cubriré tu espalda -responde Nick-, incluso si se trata de algo ilegal. -Es bueno saberlo -Cody sonríe divertida, y las esquinas de sus ojos se arrugan-, significa que puedo llamarte si debo ocultar un c*****r. -Solo no pasada la media noche -responde-, necesito al menos seis horas completas de sueño reparador. -No sabía que eras tan exigente con tu apariencia. -Oye, este hermoso rostro necesita ser cuidado. Cody echa la cabeza hacia atrás, golpeándose con el respaldar del mueble, y suelta una risotada que llama la atención de muchos en la cafetería que giran sus cabezas hacia ellos, pero Cody no se detiene y ciertamente Nick tampoco la detendrá. Él sonríe satisfecho porque en muy pocas ocasiones tiene el placer de escuchar a su amiga reír con esa intensidad. -Parece que ya estás mejor -Greta aparece con dos platillos que deja frente a ellos-, así que te traje de tu favorito para que sigas sonriendo de esa manera. -Gracias Greta -Cody asiente con una sonrisa-, lamento haber estado distraída hace un rato. La mujer mayor hace una mueca y mueve la mano en un gesto como restándole importancia, y le sonríe con cariño. -Está bien, querida -luego señala ambos vasos vacíos y pregunta- ¿los relleno?  -No Greta -Cody niega-, aún estamos trabajando. -Solo quería que enfriara la cabeza un rato -dice Nick-, pero volveremos por la noche. Greta asiente y se marcha con los platillos y vasos desocupados. Cuando Nick gira la cabeza hacia su compañera, ella ya tiene más de la mitad del postre en su boca, y la comisura de sus labios embarrados en crema batida. Él la mira con una ceja elevada y ella encoge los hombros como si no le importara. -¿Qué? -murmura-, sabes que amo esto. Nick niega y suelta una carcajada. . Vuelven a la oficina a pasos lentos, tomándose el tiempo para pensar en los últimos acontecimientos y sentir la brisa fresca de la primavera en sus rostros. Nick analiza a los posibles agentes que entrarían en su lista de sospechosos, pero se le hace imposible imaginar que alguno de ellos esté involucrado de alguna manera con Guzmán, y más aún, que traicionen al FBI o a Cody. Lanza un suspiro agotado y mira a su izquierda, encontrándose con el perfil de Cody entumecido en la concentración. Sabe que ella está pensando en lo mismo, repasando los nombres en su mente, buscando algún indicio que la lleve más cerca de Guzmán, conseguir una pista que le permita encontrarlo y traer de vuelta a Zoe. Pero, cuando la escucha suspirar, se da cuenta que tampoco lo ha logrado. -Oye, he tenido curiosidad sobre algo –susurra cuando se detiene frente al semáforo. Cody se detiene a su lado mientras esperan. -¿Y cuál es tu curiosidad? –cuestiona ella. Nick encoge un hombro como queriendo quitarle importancia, y esconde las manos en los bolsillos traseros de su pantalón. -Saber qué haces en tus días libres últimamente -responde-. Sé que dije que seguramente pasabas con la nariz pegada a esos informes -la mira por unos segundos y luego mueve sus ojos hacia la figura roja de la palma de una mano en el semáforo-, pero he notado que desapareces. No contestas las llamadas ni los mensajes, y ni siquiera pareciera que estuvieras en casa. Cody se encoge de hombros y da un paso hacia delante cuando la figura de rojo se apaga y la de arriba se ilumina de verde, con un hombrecito que simula caminar. -Solo doy vueltas -responde-, a veces salgo de la ciudad para despejarme. Nick asiente y arruga la ceja por la forma tan esquiva en la que respondió su compañera. La conoce muy bien como para saber que le oculta algo importante, pero tampoco puede pedir mucho, porque, nuevamente, la conoce muy bien y sabe que Cody Wexler no es de las que habla mucho. Así que asiente, porque sabe que es lo único que recibirá hasta que Cody decida darle más información, y la sigue hasta el interior del edificio del FBI, muestran sus placas y van directo al ascensor. -¿Alguna razón importante para preguntar sobre mi vida fuera del trabajo? -Cody decide preguntar cuando las puertas se cierran y solo van ellos dos. -Solo quería asegurarme de que estuvieras bien -responde Nick-, además no hemos salido en un tiempo y quizá extrañe tu rara compañía. Cody sonríe de lado y asiente. -Lamento como respondí. -Está bien -Nick lo acepta, porque, aunque sonara brusca, era solo ella tratando de ser cautelosa con su vida privada. Nada nuevo, en realidad. Cuando las puertas del ascensor se abren, su superior aparece frente a ellos y los mira a ambos con una seriedad que solo puede significar malas noticias. Se congelan y Cody siente un escalofrío trepar por su espina dorsal. -Wexler y Swanson, tenemos un caso de homicidio -dice en un tono grave y afloja la corbata de su traje-. Así que espero que tengan su equipaje listo porque deben volar hacia San Francisco ahora. Nick mira a su compañera con una mueca.  -Supongo que esas cervezas tendrán que esperar.  * San Francisco, California 28 de marzo de 2021, 18:30 pm  424 Jones Street Apartments    Cody vuelve a sentir el mismo escalofrío que sintió escalar por su espina dorsal desde el momento que vio a su jefe de pie fuera del ascensor esperándolos, y que volvió a sacudir su cuerpo cuando escuchó el nombre de la víctima salir de los labios de su compañero mientras revisaban su archivo en el avión. Cristian Sanz, ahora conocido como Bryan Choez, fue uno de los testigos principales en el caso Guzmán que contaba con la protección del programa, y había sido asesinado en su departamento esa mañana. -Nick, necesitamos todos los registros de búsqueda por Cristian Sanz o Bryan Choez. -Estoy en eso, Cody -responde su compañero mientras trepan los pequeños escalones hacia la entrada del edificio de apartamentos. Muestran sus identificaciones a los agentes que custodian la entrada y atraviesan el vestíbulo del edificio hacia los ascensores. -Debemos averiguar si se trata de Guzmán, o si nuestro amigo se metió en algún lío mientras rehacía su vida -le recuerda mientras ve los números avanzar. -Sin embargo, si algunos de estos nombres fueron buscados, la alerta del programa de protección debió avisarnos -comenta Nick y se rasca el cuello mientras espera que la página cargue en su tableta-. Y si averiguamos que se trató de Guzmán, tendremos que buscar al infiltrado. Cody asiente y deja caer su cabeza hacia el tablero del ascensor con un suspiro. -He repasado tantos nombres en mi cabeza y ninguno me resulta sospechoso -gruñe. -Bueno, ahora somos dos -le recuerda- y revisaremos a cada uno desde todos los ángulos disponibles. Cuando las puertas se abren, ambos son recibidos por un agente de policía que los lleva hasta la escena del crimen. El cuerpo de Bryan ya había sido recogido y llevado hasta la morgue para su autopsia. -Soy el detective Stone, del departamento de policía y agradezco su cooperación en este caso -un hombre alto y de ojos oscuros se acercó y tendió su mano-. Como se ordenó, nada, excepto el cuerpo, ha sido removido de la escena. Cody asiente y observa alrededor. -¿Qué me puede decir, detective? -le pregunta mientras sus ojos vagan en busca de algún indicio que les indicara que había sucedido con su testigo.. -No hay mucho desorden, como puede ver -responde y señala a su alrededor -, así que la víctima no parece haber puesto resistencia, quizá fue drogada antes de que la mataran. La cerradura tampoco fue forzada por lo que asumo que se trataba de algún conocido y, como vemos, las cosas de valor permanecen en su lugar. Nick escucha a su compañera suspirar. -¿Me repite la causa de la muerte, detective? -pregunta él. -Disparo a quemarropa. Cody mira hacia el piso y las paredes blancas, luego se fija en la figura hecha de cinta amarilla que representa el cuerpo de la víctima recostado en el piso. -No hay una gota de sangre. -Eso nos llevó a otra teoría, agentes -comenta Stone-. Y es que esta no es la verdadera escena del crimen. Cody asiente de acuerdo y lleva las manos a su cintura. -Tiene sentido -dice ella-, así no tenemos mucho con lo que trabajar -mira hacia Nick y ambos asienten-. No hay evidencia, es el estilo de Guzmán. Era su forma de jugar con nosotros. -Eso significa que, de hecho, Joshua volvió y busca vengarse de todos los que enviaron a su padre y a todo su equipo a prisión -piensa Nick. Cody se muerde el interior de la mejilla y siente la frustración burbujear por todo su cuerpo. -Detective Stone, necesitaré que nos lleve a la morgue -le pide ella. -Enseguida, agentes -responde y marcha fuera del apartamento. Cody lo sigue, pero Nick la detiene atrapando su brazo cuando pasa junto a él para ir a la entrada. -Si realmente es Joshua, sabemos que, en su mente retorcida, dejará a Zoe para el final siendo la única testigo en su contra -dice-. Así que la policía de Detroit ha sido alertada y un par de agentes están yendo hacia allá ahora. -No será necesario -le dice a su compañero, luego se da la vuelta y camina detrás de Stone, con Nick siguiéndole el paso.  -¿De qué hablas? –pregunta él- sé que no te fías de nadie para cuidar de ella, pero es lo que podemos hacer mientras estamos aquí -dice-. No podemos arriesgarla. -Nick, no encontrarán a Zoe viviendo en Detroit con el nombre que el programa le haya elegido, porque ella no está ahí. -A qué te refieres -cuestiona confundido. Cody se detiene y lo enfrenta.  -Lamento habértelo ocultado, amigo, pero como tú mismo dijiste, no me fío de nadie más que de mí misma para cuidar de ella -responde-, así que le di otra identidad y la mantuve cerca de mí.  -Bueno, ese era el trato inicial que teníamos Cody -dice Nick-, tú te encargarías de llevar su caso para estar cerca y no arriesgarnos a nada.  -Pero aún no me fiaba del programa.  Nick asiente. Ahora entendía un poco el comportamiento de su amiga durante los últimos tres años. Luego levanta la tableta y se la muestra a Cody. -Y con justas razones -murmura-, la única vez que conseguimos una alerta por el nombre de Bryan fue cuando la policía encontró su c*****r e hicieron el reconocimiento. Previo a eso no hay nada.  -Significa que la información se filtró desde dentro -gruñe. -Y que debemos encontrar al traidor. -Vamos a revisar el cuerpo -le dice-, así podremos volver pronto a Washington.  . Un hombre de mediana edad, de ojos claros y cabello canoso, los recibió en la morgue de la estación de policía de San Francisco. Llevaba una bata blanca y un par de anteojos sobre su cabeza.  -Clark, estos son los agentes especiales Swanson y Wexler del FBI -los presenta Stone-, han venido a revisar el c*****r. El médico forense asiente y va hacia las cajas de metal. Abre una de ellas y Nick suspira al confirmar que se trata de su testigo.  -Puede informarnos si ha encontrado algo nuevo -pregunta Cody.  -No hay mucho que decir -comenta-, fue un disparo a quemarropa, presuntamente con una nueve milímetros. El cuerpo tiene evidencia de tortura, pero no muestra defensa ya que, debido a estas marcas en las muñecas y en las comisuras de sus labios, puedo asegurar que estuvo atado y amordazado todo el tiempo.  -¿Podemos ver sus pies? -pregunta Cody  -Por supuesto -asiente el médico-, hay una marca extraña que me parece fue hecha a base de quemaduras de cigarrillo -Cody se da la vuelta para estar junto a él y observar-. Justo aquí -señala. -Si aún teníamos dudas de que se tratara de Joshua, entonces ahora lo tenemos claro -le dice a su compañero. Nick se acerca y ve las marcas de quemadura formando una especie de “S”, que de hecho simboliza a una serpiente y es el emblema innegable de Guzmán. -Debemos alertar a los demás testigos. -Solo esperemos que no sea demasiado tarde. 
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