Veo como todos están sentados en sus puestos de trabajo sin preocuparse de absolutamente de nada más que no sea cumplir con sus funciones.
Atienden llamadas, responden correos, participan de reuniones, se masajean las cabezas cansados, se ve en sus rostros el estrés pero no hacen nada para cambiarlo.
Cada una esta tan absorto en su propia burbuja que no se dan cuenta de si afuera llueve o no, están tan enfocados en sus computadores y en llegar al final del día sin trabajo pendiente que ni cuenta se dan si su compañero de al lado está sufriendo un infarto o no.
Cada uno viviendo su mundo egoísta, privado y ligeramente narcisista.
Los teléfonos suenan y resuenan provocando un sonido infernal que se expande por todo el piso, donde al menos trabajamos unas 40 personas o más.
El sonido constante de los teléfonos, de los dedos tecleando con rapidez en sus computadores, maldiciones en cada rincón y los sorbos que beben de sus tazas de café me provocan pesadez en el corazón.
¿Por qué nos esforzamos tanto en estudiar y querer tener un buen trabajo, si no tenemos tiempo de vivir como queremos?
Nos pasamos la vida logrando objetivos familiares, personales y laborales, que ni cuenta nos damos cuando la vida pasa y sin antes de poder cambiar cosas que no hicimos y deberíamos de haber hecho, ya es demasiado tarde y se nos acabó la oportunidad de vivir.
Suelto un suspiro, porque a pesar de tener estos pensamientos, soy la persona más incorrecta en pensarlo, porque mi vida es una verdadera lata y no hago nada por cambiarla.
Llevo dos años en este lugar, y aunque no es mucho lo que me puedo quejar porque ejerzo la carrera que estudie y donde recibo un muy buen salario a fin de mes.
No sé porque motivo, estas últimas semanas me vengo sintiendo sola, estancada y aburrida. No soy la mujer más aventurera del mundo, no soy la que tienes las mejores ideas o la más alocada, eso se lo dejo a mis otras amigas que viven la vida como debería de hacerlo yo.
Tengo veinticuatro años y que he hecho de mi vida? Pues nada que sea exageradamente llamativo para los demás o que valga la pena recordar o relatar.
Sip, así de aburrida.
En la escuela secundaria fui la más aplicada, la de buenas calificaciones y la que jamás, de los jamases, estaba involucrada en algún tipo de problema. Siempre estaba ayudando al prójimo, participando en obras de caridad, parte del coro de la iglesia y dando clases gratuitas cuando me lo solicitaban.
Fui una hija modelo para mis padres y la amiga responsable de llevar al resto a sus hogares sanas y a salvo, he tenido un par de novios los cuales me han dejado por aburrida y es que si, cada vez que me ofrecen hacer algo, que sé, era muy divertido y una experiencia para mi vida, yo me negaba y los dejaba solos.
Lo que ocasionaba problemas y que las cosas terminarán por aquel motivo. Agradezco nunca haberme enamorado de alguno de ellos o habría terminado con el corazón roto.
¿Sola, aburrida y con el corazón roto? Que maravilloso ejemplar de ser humano que soy.
¡Soy un desastre!
El sonido de mi teléfono me hace salir de mis pensamientos y concentrarme en ese aparato infernal que no me deja vivir en paz, que me hace cuestionarme la vida, mis decisiones, lo aburrida y poco arriesgada que soy y que definitivamente necesito hacer algo para cambiar quien soy.
Necesito adrenalina correr por mis venas, hacer algo que jamás se me hubiera ocurrido en el paso, necesito salir de este bucle que yo misma me cree, porque no puedo culpar a mis padres de mi estilo de vida, porque ellos siempre me han incentivado a que haga cosas, cosas que me saquen de mi zona de confort y que viva, no que sea un desastre de chica, pero sí que viva para que cuando llegue a ser una mujer adulta, no me arrepienta de las cosas que no hice.
Y claro, para ellos es fácil pedirlo, el problema es para mí hacerlo.
¡Pero se acabó!
Me pongo de pie tan rápido que paso a llevar el escritorio con mis piernas haciendo que suene, se mueva un poco de su lugar y algunas cosas caigan sobre él.
Levanto mi rostro y veo que varios me ven con atención y yo me sonrojo entera, por dios, ni algo tan simple como ponerme de pie en mi escritorio me sale bien.
- Lo siento - suelto muerta de la vergüenza, me siento otra vez y me tomo la cabeza con las manos.
Estoy loca, sip, definitivamente estoy loca el día de hoy.
Pero como estoy decidida a querer hacer algo distinto por mi monótona vida, me vuelvo a poner de pie pero más calmada, de forma más pacífica y menos impulsiva que antes.
A paso lento y decidido voy hasta donde mi jefa, golpeo la puerta de su oficina y espero a que me dé el pase.
- Adelante - dice luego de unos segundos, respiro profundamente, abro e ingreso como un cordero a punto de ser llevada al matadero.
Doy varios pasos en su dirección, ella sigue tecleando con rapidez en su computador sin siquiera darme una rápida mirada.
- Dime - pronuncia al cabo de unos segundos de completo silencio.
- Hmmm, soy Charly y yo...- soy interrumpida por ella.
- Habla rápido que tengo una reunión en cinco minutos. ¿Qué necesitas? - me pregunta sin verme.
Respiro profundamente, carraspeo para que la voz me salga y digo a lo que venía.
- ¿Quería ver la opción de poder tomarme este viernes libre? - suelto con un nudo en la garganta mientras juego con mis dedos y veo el suelo que parece ser muy interesante para mí en estos momentos, no me atrevió a verla.
- ¿El viernes? - pregunta con calma.
- Emm si - digo en un susurro con timidez.
Se toma unos segundos en responder, no sé si porque está analizando mi petición o porque no me está prestando atención alguna.
- Bueno, habla con recursos humanos para que te aprueben el día de descanso - dice sin más haciendo que levante mi rostro y le vea con sorpresa y felicidad.
- ¡¿De verdad?! - todavía no lo puedo creer.
- Si y si eso es todo, te puedes retirar - suelta y yo sin más, agradezco un millón de veces y salgo del lugar con la felicidad a tope.
Camino rápidamente al área de recursos humanos y les informó lo que acabo de hablar con mi jefa, la llaman para asegurarse y cuando reciben una respuesta afirmativa, imprimen la carta de autorización, la firmo y listo, ya estoy lista para vivir la primera gran aventura de mi vida y espero, que sea la primera de muchas.