365 días para enamorarte

Capítulo 2. Otra vez no...

Capítulo 2

Otra vez no...

Llego a la empresa y como siempre desde que asumí la presidencia de la empresa, todos me detallan de arriba a bajo, incluso algunos empiezan a murmurar, y es lo que menos me importa, siempre y cuando tengan claro que aquí la jefa soy yo, es algo que he aprendido a valorar y un puesto que he aprendido a defender desde que mi padre falleció, hace algunos años en ese fatídico accidente automovilístico, solamente yo he tenido que hacerme cargo de la empresa, a pesar de que siempre me negué a hacerlo cuando él me lo proponía hace unos años atrás, o cuando intentaba enseñarme algo, pensaba que esto no era para mí pero cuan equivocada estaba , ahora, todos dudan de mis capacidades menos yo, y los entiendo por completo, siempre fui esa joven caprichosa que solo estaba pendiente de las últimas tendencias y no sabía un carajo de negocios, pero mi familia pasó un año sin verme, sin saber nada de mi ahora es mi turno se demostrar de lo que estoy hecha.

Durante ese tiempo que estuve fuera, aprendí muchas cosas, afortunadamente no solo dependía del dinero de mis padres sino que mi abuelo fallecido me había dejado una herencia, con ella culminé exitosamente mis estudios en Suiza, aprendí varios idiomas y viaje por el mundo.

Viajar y conocer distintas culturas sana un corazón roto, pero por más que las finitas piezas se peguen, siempre habrán cicatrices.

Cuando me enteré de la muerte de mi padre, tuve que volver a Estados Unidos, tenía poco más de un año sin pisar suelo americano, después del conflicto que sucedió entre mi padre y los Black's.

La distancia fue lo mejor para nosotros, el rencor que aún siento hacia ese hombre me hace sentir mal día tras día, mucho más ahora que se ha vuelto el millonario más importante de Nueva York, muchas personas dicen que ha cambiado para bien, lastima que el mío no fue igual, gracias a él soy una mujer fría, distante y dedicada al trabajo.

Cuando asumí el rol de presidenta de esta compañía corte toda negociación hecha y todo trato con Black's y Asociados, muchos inversionistas se me vinieron encima, pero era algo necesario para mi, yo necesitaba a kilómetros de distancia a dominick Black, casi nos vamos a la bancarrota, pero no lo permití, mi preparación académica fue ardua y logré hacerme de buenos socios e inversores. Ahora mi compañía es la número uno en telecomunicaciones.

Llego hasta mi oficina y Emily, mi secretaria, me sigue de aquí para allá, poniéndome al corriente de todo, y mencionando mi apretada agenda para este día, aparentemente será un día más largo de lo esperado mientras habla menciona dos cosas que llaman mi atención así que decido desactivar el "modo avión" y prestarle atención.

— ¿Qué dijiste? — me paro bruscamente y ella se detiene justo antes de chocar conmigo.

— Disculpe señorita… — me dice apenada — le decía que el señor Green, el de la compañía de textiles Green le ha dejado un mensaje, quiere invitarla a almorzar hoy a medio día, dejó su número de…. — no la dejo terminar cuando ya le estoy arrancando la tarjeta de sus manos y la rompo diciéndole — no acepto invitaciones personales de ningún tipo, te lo he dicho repetidas veces y no quiero volver a repetirlo Emily, eso es una perdida de tiempo, tiempo que es valioso porque no me sobra ¿Entendido?

Ella asiente con la cabeza y Veo como trata de ocultar un sobre y le pregunto

—¿Eso qué es? — ella apenada responde

— es una invitación, para un evento benéfico de la fundación "MIA" para víctimas de Violencia.

Se la arranco de las manos y entro directo a mi oficina cerrando la puerta en su cara molesta porque le he dicho Miles de veces que no me pase recados se ese tipo y ella insiste.

Estoy cansada del tipo de invitaciones como la del tal Señor Green, todos los hombres son una decepción, se acercan a las mujeres siempre con una segunda intención, sino quieren llevarte a la cama quieren aprovecharse de tu dinero, o algún tipo de favor quieren y nunca es nada bueno y yo necesito estar enfocada en mi trabajo y estar alejada de todo tipo de dramas.

Observo la tarjeta en mi mano, aún recuerdo mi niñez y todo lo que ví que hacían mis padres, fue algo que tuve que callar por mucho tiempo pero después de ir a terapia me sentí mucho mejor, eso y recibir clases de defensa personal y kickboxing, ningún hombre se atrevería a tratarme así de esa manera, nunca porque yo si estoy dispuesta a patear traseros si alguien llega a ponerme siquiera un dedo encima.

Guardo la invitación y observó la fecha, es pasado mañana, reviso mi agenda repleta de trabajo e inmediatamente me arrepiento, no creo que tenga tiempo para ir, parece interesante pero mi vida últimamente gira en torno a los negocios.

Observo que dentro hay una lista de mujeres importantes que han sido invitadas y eso llama por completo mi atención, podría ir considerándolo un viaje de negocios y no de placer, algunas de esas mujeres podrían invertir fácilmente en mi compañía, podría venderles algunas acciones o incluso asociarme con alguna de ellas

Escucho como tocan la puerta y es Emily otra vez con algún tonto anuncio que va a distraerme

— Señorita, su cita de las 10 ya llegó, ¿Lo hago pasar?— la verdad es que no recuerdo tener una cita a esta hora pero no puedo dejarle ver a mi secretaria que mi cabeza es un completo desorden mental.

— sí, claro, me gusta la puntualidad — mientras digo esto me doy media vuelta observando el paisaje de nueva York y continúo hablando — emily necesito que reserves el avión privado para ir a México en dos días, voy al evento que mencionaste, cancela mis reuniones para los días siguientes a ese por favor— decido de una vez tomar esa oportunidad

Escucho una voz gruesa decir — ¿Desea algo más señorita Cavanauh? — volteo y veo a un dios griego, romano, egipcio, el que sea solo se que no parece de esta tierra (Amelia Contrólate) me regaño a mi misma pero El hecho de que no quiera vincularme afectiva ni emocionalmente con un hombre no quiere decir que no tenga ojos y pueda detallarlos a la perfección.

A este hombre lo formó el mismísimo Zeus con todo el detalle del mundo, tengo que concentrarme para mantener mi postura de dueña y señora de todo esto

—¿Usted es? — le pregunto con una ceja alzada, veo como se acerca a mi en dos grandes zancadas y me ofrece su mano — Blake Green — me sonríe y yo la tomo educadamente, se siente áspera y cálida a la vez.

— ¿Se va de viaje? — me pregunta y suelto lo primero que se me viene a la cabeza — Eso no le incumbe — y me muerdo la lengua por ser tan directa, definitivamente Necesito un filtro entre mi cerebro y mi boca antes de hablar.

—¿ Por qué me rechazó la invitación a almorzar sin siquiera conocerme? — me cruzo de brazos ante su pregunta.

— ¿Esto es una reunión de negocios o es una emboscada? — le pregunto de vuelta — además, ¿Que tiene que ver una compañía de Telecomunicaciones con una empresa textil? — le digo sin comprender nada.

Él sonríe diciendo — tienes razón, no tiene nada que ver, pero en esta ocasión no vengo en representación de la compañía textil, sino como socio inversor de tu compañía, ¿O acaso no sabías que tu padre y mi padre hicieron un trato que justo debe cumplirse este año?

No entiendo absolutamente nada de lo que dice y me alejo de él para mantener mi concentración.

—¿Qué es lo que dices? — él sonríe y me dice

— Cuando aceptaste la empresa y firmaste los papeles, aceptaste todo con lo que venía, y eso incluía un trato entre nuestras familias en el que tú y yo debíamos casarnos para que cada uno mantuviera su empresa a flote, sino debíamos ceder nuestras acciones de las empresas a obras benéficas.

No puedo creer lo que está diciendo, aún muerto el mal nacido de mi padre desea controlar mi vida

— estás mintiendo, eso es una mentira de lo peor — es lo único que puedo decirle y él saca unos documentos que arroja en mi escritorio para demostrarme que es real.

Siento como el mundo se me viene encima una vez más, no puedo creer que el mal nacido de mi padre me haga está jugarreta otra vez, siento como mi vida se llena de muchos problemas mas, como si no fuese suficiente ya y debo admitir que mi más grande problema ahora se llama Blake Green y está justo parado frente a mi...