Mi Jefe, Mi Amante, Mi Destino

1 - DESAHOGO

-. Lamento informar que debido a la situación de la empresa nos vemos en la penosa obligación de hacer recorte de personal, y lamentablemente su puesto es uno de los menos importante, es por eso que hemos decidido prescindir de su desempeño dentro de dentro de la empresa, lamentamos que sea así, pero lamentablemente no tenemos otro puesto al cual asignarla-. Habla la encargada de recursos humanos con esa voz de pena que a nadie engaña, todos sabemos que ella es una arpía y se quiere deshacer de mí solo porque no soy como los demás que viven lamiendo sus pies. ¡por dios ella es una simple empleada aquí! ¿acaso es ella quien me paga? No, verdad.

-. Creo que ha dicho muchas veces la palabra lamento -. Digo viéndola con arrogancia, me están echando, pero me iré con la frente en alto, si antes aun siendo una empleada no me quedaba callada, ahora que ya no pertenezco a esta prestigiosa empresa de mierda menos me callare -. ¿Y a quien quiere engañar con su voz de lamento? Se deshace de mí solo porque no le rindo pleitesía, pero conmigo se jode -. Le digo y le señalo mi dedo del medio.

-. ¿Pero qué estás diciendo? -. Dice haciéndose la ofendida.

-. Por favor no se haga la inocente aquí, usted disfruta con la desgracia ajena, pero sepa que no me está haciendo ningún mal, por el contrario, me hace un gran favor, trabajar aquí era un suplicio y más tener que verle la cara de culo que se gasta todos los putos días -. Hablo y me recuesto de la silla a esperar su actuación.

-. Respétame -. Dice indignada -. Entiendo tu situación, no es fácil quedarse sin empleo de repente, pero eso no te da derecho a ser tan ofensiva, como te dije es lamentable pero ya no eres necesaria para la empresa-. -. Continua y me pasa el documento que debo de firmar para no seguir trabajado en esta mierda.

firmo con toda la dignidad que me gasto y luego me pongo de pies apoyo mis manos sobre el escritorio y me inclino para mirarla a la cara.

-. Sabe le daré un par de consejos antes de irme, no, mejor le diré todas las cosas que nadie se atreve a decirle a la cara, pero que todos hablan a su espalda. -. Digo y suelto un suspiro antes de hablar como si me costara decir lo que quiero decir -. Primero, compre sujetador a su talla, los que usa creo que no cumplen la función y sus tetas cuelgan sobre su ombligo, segundo su ropa interior está pidiendo ayuda agrito, ¿sabe lo que es una tienda de lencería? Pues en el centro de la ciudad hay varia, vaya y cómprese algunas, que cada vez que se sienta su ropa interior sobresale por encima de su pantalón que ya todos están cansados de ver el colador que usa como braga. -. Hablo y veo como se está poniendo roja de la rabia.

-. Eres una insolente -. Me grita.

-. ¿yo? Pregunto y me señalo -. Soy una buena amiga -. Digo y empiezo a buscar en mi cartera la tarjeta de uno de los tantos estilistas que tengo. -. Tome -. Hablo y coloco la tarjeta sobre la mesa.

-. ¿Qué es esto? -. Pregunta

-. Es la tarjeta de un estilista, llámelo y agende una cita lo antes posible, realmente lo necesita con urgencia, no es cirujano que es lo que le urge, pero le aseguro que es muy bueno lo he visto hacer milagros en gente como usted con esa cara -. Completo

-. Te vas a arrepentir de todo lo que me has dicho -. Dice amenazante.

-. No, será usted quien se arrepienta, porque todo el mal que aquí se hace, aquí se paga, y yo estaré en primera fila para verla caer. -. Completo y me voy como toda una diva, mientras ella zapatea como una niña en su oficina.

Salgo de la empresa bajo la atenta mirada de todos, creo que me han escuchado por que todos sonríen y de repente empieza a aplaudir y otros más valientes me felicitan, voy a mi oficina y tomo mi cartera y la carpeta con varios planos que tenía en proceso, son míos así que no los voy a dejar.

Salgo a la calle y miro de un lado al otro decidiendo hacia qué lado ir ¿ahora qué hago? Pienso. De pronto una gota cae en mi cara captando mi atención, miro al cielo y siento como más gotas empieza a caer, me cubro la cabeza con la carpeta y corro a un lugar donde pueda cubrirme completa y no mojarme con la lluvia.

-. Esto era lo que me faltaba -. Digo mientras sacudo de mi cuerpo las pocas gotas que lograron mojarme. Mientras espero que deje de llover chequeo mi cuenta bancaria a través de mi teléfono y compruebo lo que me han pagado de liquidación por mi tiempo trabajado.

-. Esto no es casi nada -. Digo molesta -. Como quiere que sobreviva con esta miseria-. Me quejo. -. Mi tiempo en esa empresa solo significo esta insignificante cantidad para ellos -. Sigo refunfuñando.

-. A veces no valoran nuestro trabajo -. Habla un hombre que no había visto y el cual no pude distinguir, porque en ese momento abría su paragua para cubrirse y meterse debajo de la lluvia.

-. ¿De donde salió? -. Me pregunto -. ¿Cuánto tiempo estuvo aquí? -. Cuestiono y miro alrededor para darme cuenta que me protegía de la lluvia justo frente a aun cafetería. Decido no prestar más atención al sujeto y entro por un café para calentar mi cuerpo que tiembla por el frio clima.

-Ya mañana me dedicare a buscar empleo -. Pienso mientras degusto mi café y miro por la ventana el caer de las gotas de lluvia.