El chófer vino a buscar a Aria y a Malena. Le pareció raro que no estuviera Mateus en el auto. — Señora ...mi patrón está ocupado. ¿Va al supermercado o a su casa??.—queria saber donde dejarla. — Al súper ,aún tengo trabajo.— sonreía ,pero por dentro tenía miedo que algo hubiera pasado. Era mejor darle espacio,habían avanzado demasiado rápido en esa reconciliación y tal vez fuera solo un impulso por la golpiza que recibió. — Male...— la llamaba la niña. — Dime pequeña.—le acomodaba el cabello. —¿ Puedo ir a tu casa a andar a caballo??.— que adorable pensó, no necesitaba ni pedirlo. — ¡Claro que puedes! ,estaré esperándote para cabalgar juntas.— le tocaba sutilmente la nariz. Hasta la niña percibió que algo no estaba bien. Malena se quedó en su otro trabajo y el auto siguió su

