Malena fue dada de alta y Mateus la llevo hasta la hacienda de su tío.
Ya la esperaban para recibirla con mucho cariño.
Sus colegas de trabajo, vinieron a verla también.
Estaban preocupados y querían saber que pasaría con los dias que habían pasado sin trabajar.
Les explico brevemente lo que había hablado con el dueño del mercado y después uno a uno se fueron marchando.
Mateus también debió regresar a sus obligaciones, después de muchos besos ,emprendió el camino del frigorífico.
La chica que debía estar en su lugar ,se quedó unos momentos más pensando en su propia situación.
— Me gustaría pedirte disculpas por no haber ido el domingo.— empezó diciéndole a Malena antes de marcharse.
— No tienes la culpa que tú hija se hubiera enfermado.— le contestaba amablemente.
— Malena podem
