Las últimas salidas de Malena con Santiago fueron extrañas. Se sentía como vigilada. Tal vez era cosa de su cabeza,pero notaba que la ciudad volvía a crecer. Se cruzaba en la calle todo el tiempo con gente extraña y el alquiler de propiedades estaba en alta . No solo se notaba el crecimiento por el movimiento que tenía el mercado ,más allá de los fines de semana,si no que también por los niños que llegaban diariamente a las escuelas en busca de un lugar para continuar sus estudios. Algunos pequeños delitos empezaron a surgir ,como el robo de bicicletas o motos que aparecían en el basurero central de a pedazos. Así se lo hizo saber a su jefe. Tal vez había que tomar otras medidas con respecto al dinero que permanecía en la caja fuerte del mercado los fines de semana. Pensaba que exa

