Gertrudis
al otro día me levanto muy temprano, para alistarme y ayudar a alistar a Carolina, a ella no le gusta que la ayude
a menos que sea necesario, pero igual estoy pendiente por si me necesita, me agradan estos días en los que tiene la fuerza y el ánimo suficiente para arreglarse y ponerse bonita, con atención veo como escoge su ropa, como se maquilla, antes solía jugar mucho con su pelo, se hacía peinados sencillos pero siempre diferentes, también me peinaba a mi, ahora solo lo hace de vez en cuando, una vez intenté raparme la cabeza, pensaba que ver mi cabello largo la iba a desanimar, porque ella había perdido el suyo, pero casi se muere cuando me vio con las tijeras en la mano y adivino mis intenciones, ella no quería que yo cortará mi pelo, dijo que como ella había perdido el
