Capítulo 2

1739 Words
07:30 de la mañana, acabo de despertar y darme una ducha, voy a mi closet tomo una camisa y un pantalón de mezclilla azul y me visto. Hoy es un día especial, hoy es el cumple de mi bella Bleir, así que tengo pensado trabajar menos, para poder pasar a tiempo a la librería por su regalo, uno de sus libros favoritos. Después de estar pronto, salgo de la habitación y me dirijo a la salida, a esta hora ninguno de los dos dormilones que viven conmigo está en pie. Salgo de la casa, y entro al auto, hoy me toca llevarme a mí mismo a trabajar, debido a que Roy mi mejor amigo y mano derecha se le dio por darle vacaciones a mi chófer. Antes de marcharme le digo a Cacho el chófer de Bleir que la cuide mucho y no la pierda de vista, desde que está viviendo conmigo tengo que velar por su protección, ya que la persona que asesino a su familia está de tras de ella. En este momento me dirijo a mi compañía, "negocio familiar" lo llamo, en realidad es una pequeña fachada para mi verdadera vocación, hay quienes le llaman ser un Mafioso, algo así como, lavado de dinero, tráfico de armas y de antigüedades, préstamos por fuera de la ley, de los cuales me encargo personalmente si no se devuelven por completo, y con encargarme me refiero a matar o torturar, la mayoría de las veces es matar, no soy de esos mafiosos que se meten con la familia de la persona para vengarse, todo por un motivo, no me gusta que se metan con mis seres amados, pobre del que se meta con alguno de ellos, y con seres amados me refiero a todos los que me rodean, hasta mis muchachos. … Al entrar a mi oficina me encuentro con un maldito escritorio lleno de carpetas, —Había olvidado por completo esto, tengo que hacer cuentas — murmuro entre dientes antes de entrar Esto me molesta, no entiendo por qué a Roy se le dio por darle vacaciones a mi gente justo el día de hoy. […] El día se me pasó volando, entre firmas y cuentas muchas cuentas, ya que me gusta llevar mis propias cuentas, confío en mi gente, pero confío más en mí. Cuando miro la hora ya son las 19:30 de la tarde, tomo las llaves del auto, mi móvil y salgo casi corriendo, la librería podría cerrar y no quiero quedarme sin el regalo para Bleir. De camino a la librería llamo a Roy para saber si Bleir ha llegado de la Universidad hoy fue su primer día.  —diga —contesta   —¿Ya llegó Bleir a la casa? — pregunté ansioso —No aún no ha llegado y es raro – contestó —¿Por qué? ¿Qué cacho no estaba con ella? — hago la última pregunta en un tono algo alto —Si, pero ella aun no avisa para que la busquen, tranquilo hermano, no es necesario alterarse — dice y bufo —Bien, en media hora estoy de vuelta — digo y cuelgo la llamada  Me estaciono frente a la librería, y salgo del auto, tengo suerte aún está abierta, cuando entro le digo a la chica que me atiende el nombre del libro  —Hansell y Grettell, por favor — digo —¿Es para regalo señor? — pregunta ella, a lo que yo asiento con la cabeza  Ella busco el libro y cuando lo encontró, volvió hasta el mostrador para ponerle un lindo forro rosa con un moño muy grande en color lila, mordí mi labio, ¿tan obvio soy? Digo, nunca dije que era para una chica, después de recibir el libro ya envuelto y pagar por él, salgo del local y camino rápidamente hacia el auto, subiéndome al mismo. Cuando arranco el auto intento ir lo más rápido posible, no quiero llegar después de Bleir, quiero estar ahí cuando ella llegue, además, que ya se hicieron las ocho de la noche.  —Y ¿no ha llegado? — le pregunto a Roy al bajar del auto —No aún no, y Kai, ella no contesta el móvil — me dice preocupado Al escuchar esa respuesta no puedo evitar ponerme intranquilo, llevo cinco malditos meses escondiéndola, hasta me la lleve de NY, como para que le suceda algo el día de su cumpleaños   —No, no puede ser — susurré, esta vez más que rabia siento miedo, mucho miedo … Hace media hora que llamo al móvil de Bleir y me manda directo al buzón, le doy una ultima llamada y nada esto me está empezando a enojar, el no saber. En eso el wolkitoki de Roy hace el sonido de comunicación  —¿Llegó? — fue lo primero que dijo él —Si, la joven está llegando, viene sola — informó Blue Salgo como alma que lleva el diablo, ahora si estoy furioso  —¿¡Donde carajos estabas!? — grite al verla —eh, yo, mi móvil, Mi móvil murió — dice tartamudeando — ¿No podías tomar un móvil prestado y llamar para avisar? — le digo Oigo la voz de Roy de tras de mí, viene con una excusa como siempre, la justifica y me dice que ella es distraída. Le digo a Bleir que entre a la casa, mientras me doy la vuelta para entrar yo también, cuando llego a la puerta, ya estoy en frío y me viene que hoy es su cumple. —No puede ser, que hice — me digo a mí mismo La traté muy mal, no debí hacer eso, tengo que aprender a controlarme. Bleir entro a la casa sin mediar palabra alguna y se dirigió directo a su habitación, fui a mi despacho y tome el regalo, iba a pedir una disculpa a ella, pero cuando llegue a la puerta de su habitación, oí que estaba llorando así que me detuve, la mano que había alzado para golpear cayó en seco y sentí como el arrepentimiento invadía mi cuerpo, suspiré.   —¿Qué haces?, entra Escucho la voz de alguien a mi espalda, cuando me doy la vuelta veo a Marcus, hice una mueca con mis labios, haciéndole saber que aquello no era una buena ida. —Marcus — susurré — no podría, ahora ella está enojada conmigo, de eso estoy seguro, no la trate para nada bien — hablé claro esta vez y lo miré a los ojos —¿Pero eso no es para ella? — preguntó señalando el libro, asentí —Así es, pero ahora ya no vale la pena dárselo — contesté  —¿Quieres que se lo entregue por ti?, lo que no vale la pena es que te lo quedes, siendo el libro favorito de ella — me dijo —¿Entonces me haces el favor? Te lo agradecería — pedí Tomó el libro y cuando fue a golpear su puerta lo interrumpí. —Marcus, di que es de tu parte — dije       Él asintió con la cabeza y entró dándole un golpe a la puesta. Dos minutos después más o menos escuché un, ¡Mi dios Hansell y Grettell!, haciéndome saber que le gustó el regalo, así que me marché. Bajé las escaleras y me dirigí a mi despacho, cuando entro veo a Roy de brazos cruzados con su trasero apoyado en mi escritorio  —Saca tu maldito trasero de mi escritorio — le dije y él hiso una mueca, para luego sentarse en la silla —Estuviste pésimo Kai, hoy es su cumple y debiste haber pensado dos veces antes de actuar — me recriminó —Lo sé, estaba preocupado y luego enojado, así que no medí mi actuar — me excusé —Kai primero la arrastras a un lugar desconocido para ella, la mantienes encerrada, ahora la tratas mal, y encima de todo... —Calla — pedí, evitando que continuará —Vamos Kai, no podemos ocúltaselo para siempre — habló firme —Lo sé, pero es mi forma de protegerla, no puedo decirle que las personas que asesinaron a su familia ahora están de tras de ella ¿o sí? — le dije  Cuando Roy me iba a contestar, escuchamos la voz de Bleir y salimos de inmediato, temí que hubiera escuchado nuestra conversación.  —¿Que hacen? — preguntó Roy —Nada — habló ella cortante Cuando dije su nombre para decirle que entrara al despacho para poder disculparme, ella me interrumpió y dijo que se iba a su habitación. Eso hizo que se me oprimiera el pecho, yo me había portado mal, lo sabía y creía que ella tratándome de la forma en la que lo hizo, solo intentaba darme un poco de mi propia medicina. […] Eran las diez de la noche ya, me estaba por dormir cuando escuché los gritos de Bleir, me sobre salte, y cuando fui a salir de la cama, la oí gritar nuevamente, algo así como que se sentía cansada de que le ocultásemos cosas, así que entendí que estaba con sus locuras de nuevo, es algo de lo que estoy acostumbrado, solo que no a estas horas de la noche. Quería hacer pasar las cosas malas de hoy así que le envié un texto diciéndole que se fuera a dormir, pero al parecer no funcionó, parece que se enojó aún más por su respuesta, que por cierto fue otro grito —¡MALDICION! — Eso me desconcertó y enojo por un momento, luego me causó gracia, me maldijo a mí, Kai Ricci D'Ángelo, eso fue lo que pensé al momento que solté una risita. Volví a tomar mi moví y le escribí un texto, con las palabras que no había podido decir hoy. *Feliz cumpleaños hermosa, de verdad no quise tratarte mal hoy, solo estaba preocupado, TE AMO! Buenas noches* Ella no contesto más, así que imaginé que se había dormido. Unos minutos más tarde cuando quise pegar un ojo para dormir escucho a Roy llamarme como un loco, salí disparado de la cama hacia afuera de la habitación, casi cayéndome en el momento, ya que mis pies se enredaron con las sábanas. —Kai sal rápido — pidió, con la voz agitada —¿Qué sucedió? — pregunté preocupado —Es Bleir hermano, se la llevaron — confesó Cuando escuché eso, sentí como todo mi mundo se podría venir abajo en un par de minutos.
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