Habían pasado un par de horas desde que tuvo que irse, hubo un problema con una mercancía que no aparecía, era de la que habían llevado para vender en la lunada. Cuando por fin resolvieron todo, era más bien una confusión y por fin pudieron regresar al camping. Aunque era una playa virgen, habían un par de personas que él contrataba cada año y que vendían comida, bebidas y habían puesto a unos metros del camping un par de regaderas y dos sanitarios. Encontró a su chica en un lindo traje de baño, con las piernas desnudas, pechos sugerentes y una hermosa sonrisa, bromeando con el idiota de Julio, mientras bebia cerveza y comían brochetas de camarón. - ¿Interrumpo?- dijo muy serio, no sabía porque pero estaba furioso de verla con él, sería porque sabía que le gustaba. La extendió la mano

