Pasarón un par de horas para que pudiera recomponerse y regresar al campamento.
La encontró como sin nada, jugando ahora fútbol en un traje de baño n***o. Ni siquiera se veía afligida por lo que pasó, ni preocupada por qué le pasaría a Antuan por sus mentiras.
Se sentó a observarla y Mónica vino y se sentó a su lado.
- Te había extrañado tanto- dijo ella- siempre es un placer estar contigo.
- Tienes que mantener la boca cerrada Mónica- dijo él molesto - si alguien te pregunta tu no sabés dónde estaba anoche.
- No me molesta ser tu secreto- dijo ella- no me molesta que me uses para desahogarte. Por ejemplo se de donde vienes e imagino lo que pasó. Eso no puedes decírselo a ella, te abandonaría. Pero yo nunca te dejaría.
»Puedes venir a mi cama siempre que quieras, contarme de todos tu
