Como si flotara en una nube y sin ser consiente de cómo, logro subir a un taxi y llegar a mi casa, dejo las bolsas de las compras sobre la encimera y camino hasta el sofá de la sala, dejándome caer de bruces y soltando un suspiro, ese hombre es como no hay, es todo lo que un busca en apariencia en un hombre, quien sabe cómo será su personalidad pienso mientras me quito los zapatos.
- ¡Ay!- Me quejo al recordar qué mis pies duelen y están hinchado a causa de los zapatos del infierno que llevo puesto... Quiero llorar al recordar que mañana tendré que usarlos de nuevo pues hoy con tantas cosas no pude comprar unos nuevos.
Resignada subo a mi habitación y luego al baño privado, abro los grifos de agua y dejo llenando la bañera al igual que activo el calentador para que el agua adquiera la temperatura que deseo, agrego sales aromáticas y salgo del baño.
Empiezo la ardua tarea de quitarme la ropa, ¡naaah! ¡Mentira! solo quitó la chaqueta y la lanzó de cualquier forma en el cuarto, bajo el cierre de mi falda y la dejo que caiga libremente por mis piernas quedando de cualquier forma en el suelo, me quito el sostén y lo lanzó en la silla que hace juego con la cómoda, masajeo mis senos pues por tener mi periodo están más sensibles y duele un montón.
Abro una gaveta y busco ropa interior nueva, y un cambio de toallas sanitarias, y camino al baño, es hora de relajarme.
Entro a la bañera y suelto un suspiro de satisfacción, nada como un baño después de un día tan agotador. Cierro los ojos un instante y a mi mente viene el rostro de un hombre con ojos verdes y sonrisa de ensueño sonrió como tonta y me dejo llevar por mis fantasías, no creo que ese hombre me escriba, sería demasiado pedir.... paso como media hora sumergida en la bañera cuando mi estómago suena, así que decido que es hora de comer, además mis dedos ya están arrugaditos como pasas.
Una vez vestida con un mono suelto y una blusa sin mangas y algo suelta que deja mis senos libres, bajo a la cocina una vez allí empiezo a guardar todas las compras en su lugar mientras pienso que comeré, me decido por un tazón de cereal, sería más un desayuno pero la flojera en estos momentos pueden más conmigo.
Estoy terminado mi delicioso cereal cuando mi teléfono suena, camino hasta el sofá dónde dejé mi bolso tirado cuando llegue y lo saco de allí para contestar la llamada de mi amiga Sandra.
- Bebe- respondo pues ese es nuestro saludo y me lanzo de cualquier forma en el sofá.
- Bebe, si supieras donde estoy... Es el saludo de ella.
- Mnnn... En un club.- digo pues ella no le importa en qué día de la semana estamos para salir de rumba, dice que hay que disfrutar la vida, que después uno se casa y se amarga.
- Bueno… estoy en un bar.- dice y yo ruedo los ojos, un club un bar es la misma cosa a mi punto de vista.
- Quiero que vengas.- dice.- estoy viendo a dos hombre que están como para comérselo con los dedos.- Informa y a mi mente viene el recuerde Bruno, ese sí estaba para comerse con los dedos
- No Sandra, hoy es a penas miércoles, y yo tengo que trabajar mañana.- manifiesto mientras trato de masajear mis pies que aun palpitan por los condenados zapatos.
-¿y eso que? Yo también trabajo mañana y eso no me impide disfrutar de la vida.- argumenta.
- Yo no tengo tu resistencia, sabes que amanezco agotada luego de una noche de fiesta - le recuerdo- además hoy conocí a alguien que también está para comerse con los dedos.- Le comento y suelto un suspiro
-¿qué? ¡Cuéntame! por qué no me habías dicho nada.- me reclama y yo solo río.
- Fue apenas hace unas horas, iba saliendo del súper cuando choque con el-. Empiezo a contarle, le cuento todo si dejar ningún detalle, pues ella es mi mejor amiga casi mi hermana y le tengo la suficiente confianza para contarle todo.
- oh, Wow, entonces te invito a tomar un café y tú te negaste - me pregunta cómo para confirmar mi historia.
- Si, pero no fue por no querer, por qué créeme, ganas tenía, pero estaba echa un desastre, y por cierto esos zapatos que me regalaste con un infierno. - me queje y ella solo rió por lo bajo.
- Bien, bien, ¿ahora vas a esperar que ese guapo te escriba? Pregunto
- Si, si es que lo hace le diré que encantada iré con él a tomar un café.
- ¿Solo un café? Pregunta y puedo escuchar en su tono de voz una segunda intensión
- Si solo un café- confirmo
- ¿Por qué no le escribes tú? - me interroga
- ¿Qué? ¿Estás loca? Sabes que no haría eso, yo no soy así. – soy de ls que piensan que el hombre es quien debe de dar el primer paso.
- Si, si, lo sé, solo era una pregunta inocente...
- Sandra no vayas a colgar, deja reviso el celular que me llegó un mensaje y seguimos hablando... Le informo al escuchar el tono que notifica el mensaje a través de la llamada.
- ok.- dice y yo procedo a revisar mi bandeja de mensaje
- oh, Dios Sandra, oh Dios... Exclamó.
-¿Que paso Amelia? - pregunta en tono preocupado.
- El... El... me está escribiendo.- le informo
- ¿quién es él? Pregunta ella ya más calmada.
- Bruno… el hombre que te estaba comentado que conocí hoy... Y... Jajajajaja me río al ver como se agendó en mis contactos.
- y ¿qué? Insiste mi amiga
- Se agendó en mis contactos como: el amor de tu vida.
- Eso es una señal amiga, tú le interesas.- afirmó en tono enamorada, por qué mi amiga es así, sale casi todas la noches buscando a su príncipe azul, el problema es que siempre busca en lugares equivocados y termina es con el villano del cuento, pero no por eso se ha rendido y dejado de buscar.
- Tú... tú crees...- respondo.- pero si sólo me ha visto una sola vez.- aclaro.
- Para el amor solo basta un segundo - Me anima - y dime ¿ya le respondiste el mensaje?
- No, aún no… no sé qué decirle.
- Pues no te voy a decir que decirle, pero si te digo que aproveches y te dejo para que te escribas a gusto con tu Romeo.- Dice para luego reír y colgarme la llamada.
- ¿Con que el amor de mi vida? Es la respuesta que envió a su propuesta de ir a tomar el café mañana.
-Sí, soy el amor de tu vida. Responde el a los poco segundos
-¿Cómo está tú tan seguro de eso? Bien puedo ya tener yo un amor.- envío como respuesta y después me arrepiento. Estúpida me digo
-¿Tienes ya un amor? Pregunta de vuelta.
- Mnnnn, nop.- respondo
- Entonces si soy tu amor, así como tú eres el mío. Es su respuesta y no puedo evitar reír como tonta.
-¿Tan seguro estás?
-Nunca has escuchado hablar del amor a primera vista, que solo necesitas un segundo para saber si esa persona es la indicada, que solo un segundo es suficiente para vivir y pensar en el siempre juntos, que solo un segundo es capaz de cambiar toda tu vida? Y para mí bastó eso, solo un segundo para saber que eras tú lo que buscaba, que eras tú lo que yo esperaba y que eras tú lo que necesito… y disculpa si parezco un demente, pero soy de las personas que saben que es lo que quieren y van por ello de inmediato antes que sea tarde.
- Wow. Me has dejado sin palabras - respondo
- Pues no digas nada y acepta mi invitación y así me conoces más, yo sé que tú también sentiste esa especie de conexión, así que no te niegues.- me pidió.
- Está bien mañana tomaremos un café.